martes, 28 de julio de 2015

The Testors (1976)

Hablar de este grupo es referirse, desde nuestro humilde punto de vista, a uno de los que junto a Heartbrakers y Ramones, definieron el sonido de rock punk propiamente dicho en New York, desde 1975. Ese año el Punk deja de ser un ocasional adjetivo peyorativo, para convertirse en una declaración de principios en relación a distintas maneras de llevar adelante la vida en un lugar tan enajenante. Una de ellas incluía la música. Y ellos supieron musicalizar esa locura.
Focalizarnos en The Testors es también hacerlo, irremediablemente, en Sonny Vincent, su guitarrista y fundador en 1975 junto a otro violero, Gene Sinigalliano, y el baterista Gregory R, luego reemplazado por Jeff Couganour. Por el bajo pasaron sucesivamente Surrealist Ron Pieniak y Kenneth Huebner.
Pero Vincent no era un improvisado en la escena rockera neoyorquina. A los 13 años, en 1965, vio a The Fugs y a Allen Ginsberg en el Greenwich Village. En 1972 comenzó en una banda llamada The Distance junto al guitarrista Joey Boutevier, el baterista Bob Brown –que lo acompaño hasta la época Pre-Testors y terminó siendo pastor evangelico- y Anthony Vitino, un joven italo-estadounidense que culminó sus días en prisión por asesinato y disparar al guitarrista de su siguiente banda. Sonny zafó.
Durante el poco tiempo que duró The Distance, Sonny pudo estrechar algún vínculo con los personajes emergentes de esa escena de rock decadente neoyorquino. Desde los sorprendentes Suicide, con los que copartieron cartel y lo dejaron boquiabierto con su performance, en la que entraban al lugar arrastrando un carrito de supermercado con sus aparatos y un taladro neumático. O The Dogs, banda con varios años de trayectoria en Detroit y que habían arribado a New York buscando un lugar para su música. Fue colega cercano de los Nw York Dolls, especialmente de Johnny Thunders y Jerry Nolan, así como también de Richard Hell y Tom Verlaine que arrancaban con los Neon Boys. Pero había otras gran cantidad de grupos que aparecían y que irían delineando la escena que en algunos años se llamaría punk, como por ejemplo Jack Ruby, Luger, Mong, Manster, Why...You Murder Me, o Teenage Lust. De todos modos, Vincent aclara que sus recuerdos de ellas son borrosos, ya que era un periodo signado por la gran ingesta de ginebra con pastillas. Por suerte, para él, se trataba de rachas que se alternaban con momentos de mucho y lúcido trabajo.
Otro de los freaks que era habitual ver por las calles de la ciudad era un largirucho llamado Jeffrey Hyman, que solía pasar enfundando en lentejuelas. Cantaba en un grupo glam llamado Sniper, aunque Sonny no lo vió mucho en vivo. Pero se hicieron amigos. Lo recordaba con especial cariño y lo consideraba un tipo muy sensible. Entre esas cuestiones, menciona una anécdota en la que Jeffrey -ya Joey Ramone- le decía que en su chaqueta con la que tocaba en Ramones solía llevar en uno de sus bolsillo una cinta de los Testors para mostrale a quien sea como debía tocarse rock and roll. A su vez, lo llamó en una ocasión llorando para contarle que gracias a la canción de Sonny, "Crazy Game", pudo cortar con su novia de entonces.
Tras la experiencia de The Distance llegó Fury, con quien grabó algunos temas y supo tocar tanto en el Max's Kansas City como en el CBGB, dos territorios rivales promediando la década.
Así llegamos a 1975, cuando Sonny Vincent forma The Testors, uno de los mas injustamente ignorados grupos de los primeros años del punk en New York. Rabiosos, crudos y directos. Eso que quizá se nos viene a la mente cuando pensamos en una pieza concreta de punk rock. Sobre aquellos años de la escena, Sonny dice: "Nos sentíamos como si estuviésemos en el filo del mundo, espiando sobre ese borde. Y lo que veíamos era un montón de mierda creada por los conservadores, los nazis y la música disco. Nosotros intentamos interrumpir ese proceso que estaba matando al rock and roll. ¡Y lo interrumpimos! ¡Lo hicimos! Y la cosa empezó a crecer. El rock de Jerry Lee Lewis encontró su legado en el huevo izquierdo de Lux -Interior- y en el huevo derecho de John Lydon. El resto es historia, supongo, y probablemente lo mejor está aún por suceder, considerando los tiempos.
No hay tiempo para ir tan profundamente en ello. Lo cuento tan rapidamente detallado como fueron las cosas. Fue un momento de inspiración en el tiempo.La música era escupida a todo volúmen de los clubes y solo dar unas vueltas llevando las ropas hechas por nosotrxs mismxs era una experiencia intensa. La gente no sabía que hacer con nosotrxs, parecíamos muy amenzantes para ellos. De todas formas, esto era transgresor y salvaje la mayoría de las veces. La música era salvaje y nos paseabamos con ropas que enfurecían a todos. Algo así como la segunda parte de los 50s... en cuanto a la reacción del público. Definitivamente era un ambiente primitivo, crudo y peligroso que asustó a algunas pesonas y atrajo a otras
."
Grabaron varios demos y tocaron bastante durante esos años. Recién en 1980 vio la luz de forma oficial un single de la banda.


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