sábado, 25 de julio de 2015

Pere Ubu (1975)

Ya hemos hecho hincapié en más de una ocasión en la importancia del Estado de Ohio dentro del mapa musical estadounidense de los 70, especialmente en la cartografía que nos guía en el complejo territorio de la música punk. Desde comienzos de la década han desfilado bandas diversas oriundas de dos polos industriales como Akron y Cleveland. Podemos citar a The Mirrors, Electric Eels, Devo o Rocket From the Tombs.

Ésta última agrupación, lo dijimos en su momento, sería el germen de dos bandas interesantes para analizar el fenómeno de la música punk estadounidense. Una serían los Dead Boys, tal vez más familiares estéticamente al arquetipo punk. La otra Per Ubu, conjunto inclasificable cuyo auge coincide con el del punk pero cuya obra se suele ubicar en la new wave o el post punk.

Hacia 1975, Cleveland ya no era la fuente del acero de los autos de Michigan. La crisis del petróleo golpeó por todos lados. La imagen de una ciudad semi-industrial, ahora, había convertido algunos sectores de la ciudad en un pueblo casi fantasma. La nostalgia por los años dorados creo una nueva bohemia que se agregó a que muchos espacios abandonados sean tomados como lugares de ensayos o de conciertos comunales para fugaces bandas de rock locales. Como se mencionó, de los restos de Rocket from the Tombs, nace Pere Ubu. Sus primeros recitales los dan en The Pirate’s Cove, un bar de motoqueros ubicado junto al Río, donde desfilaban las barcazas con restos de minerales, con las pocas chimeneas que quedaban de fondo, escupiendo humo. Para los integrantes del grupó aquel paisaje era magnifico, practicamente como “ir al museo a ver arte, o algo así”.

Los miembros originales de Pere Ubu eran los el ex guitarrista y el ex cantante de Rocket from the Peter Laughner y David Thomas, respectivamente, más el bajista Tony Maimone, el baterista Scott Krauss y en los sintetizadores Allen Ravenstine. Éste último, gracias a un buena suma de dinero obtenida de su fideicomiso, invirtió en la compra de un viejo edificio llamado The Plaza en el centro de Cleveland, cuyas habitaciones alquiló a bajo costo a sus compañeros de grupo.  Su otra inversión fue un sintetizador EML 200, a cuyo aprendizaje en el manejo dedicó dos años. La búsqueda apuntaba a separarse al sonido de los sitetizadores de las bandas progresivas, que apuntaban más al reemplazo de una orquesta, sino a la creación de ruidos inconexos pero familiares, como los que se escuchan por la tarde en cualquier ciudad industrial. A este detalle había que sumarle la extraña voz chillona de Thomas y las guitarras de Herman, sostenidos en las melodías del bajo de Maimone. Su música estaba mas cerca de la experimentación progresiva que de la rabia punk, a la que nunca vieron como un vehículo político o de negatividad. Desde el principio, se aceptaron como hijos de la clase media y de la formación universitaria, cuyas herramientas trataron de poner en juego para no repetirse. Sin embargo, quienes mejor los recibieron en sus primeros días, fueron esa camada de chicxs inconformes que abrazron el punk en sus primeras horas. De las primeras grabaciones de Pere Ubu, aún con Laughner en la formación, se haya "Heart of Darkness"


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