miércoles, 22 de julio de 2015

Hawkwind (1973)

Ya mencionamos, en su momento, a Hawkwind como referencia de los estrambóticos grupos o músicos de rock espacial o cosmik rock. Pero a la vez nos damos cuenta, una vez más, lo limitante que puede ser eso, porque encontramos a Hawkwind relacionado a un montón de aspectos muy ricos alrededor del rock and roll de la época. Y esto también explica un poco el por qué le damos bola a ciertas bandas de determinado periodo y como, cuando las creemos olvidadas, vuelven a aparecer. Mientras hablamos de The Deviants y Pink Fairies, el nombre Hawkwind sobrevoló permanentemente. Es que miembros de estas agrupaciones interactuaron mucho durante la primera mitad de los 70, al ser pertenecientes a ese movimiento renovador de Ladbroke Grove y Forest Hill llamado Underground. Para muchos simples hippies toma ácidos, pero la realidad es que iban mucho más allá de eso.
En lo musical, los sonidos cósmicos y ambientales de Hawkwind, mezcladas con guitarras que se adelantaban a algunas bandas de punk y post punk, ya fueron analizadas en su momento en detalle –o casi-. Nos interesa repasar la relación del grupo con su entorno y como, a su vez, fue motor o inspiración de una escena punk inglesa, que para la mayoría, solo se encargaba de reescuchar a Chuck Berry. La banda se formó en 1969 y no sonó siempre igual, reflejo de la experimentación del acid rock de esos años. Además no se trataba sólo de cuatro o cinco músicos excitados con su capacidad de ejecutar un instrumento –como el contemporáneo rock progresivo en el que mas de una vez fue incluido Hawkwind, quizás por el largo de sus temas-, sino que se trataba de todo un montaje escénico y visual, que incluía proyecciones, bailarinas y bailarines. Todo bañado en grandes dosis de ácido lisérgico.
Los primeros dos discos los repasamos en su momento, época en la que, como Pink Fairies, se hicieron de una reputación a partir de hacer lo que agitaban en sus presentaciones: Abrir el rock para todxs, no cerrarlo para unxs pocxs. Para eso, iban juntos a las puertas de los mega festivales británicos y tocaban gratis, en las puertas mismas donde se realizaban. Apoyaron con su presencia diversas causas políticas de la época y en su vida intentaban llevar adelante un ideal comunitario anárquico. A la par, sus discos funcionaban en ventas. También, en esos años un pibito de 14 años llamado Simon John Ritchie, se hacía conocido en el ambiente de los recitales de Hawkwind por vender LSD junto a su madre. Seis años después todos los conocerían como Sid Vicious.
Tras algunos descontentos de un par de miembros originales con el rumbo creativo que le estaban dando a la banda, se producen algunas deserciones que permiten la llegada de dos nuevos músico en 1972: El baterista Simon King y el bajista Lemmy Kilmister, que lo conocían por merodear siendo pibe el Café Mountain Grill. En ese tiempo, es cuando se suman a sus prestaciones las bailarinas Stacia y Miss Renee junto al mimo Tony Carrera. Todo ello quedaría registrado en el disco doble en vivo de 1973 Space Ritual, el cual luego reconocerían como vital influencia Pete Shelly y Howard Devoto, fundadores de Buzzcocks. La guitarra de Dave Brock, columna vertebral de Hawkwind, puede encontrarse perdida en temas de los de Manchester como “Moving away from the plusbeat”. Ese mismo año sacan un simple que es una pequeña muestra de que no se trataba solo de un conjunto de colgaditos del ácido, sino que sabían perfectamente en que entorno se desenvolvían. El mismo se llamó Urban Guerrilla y fue prohibido por la BBC, ya que coincidió con un atentado realizado por el IRA. Eran años también de intensa propaganda por parte del grupo anarquista Angry Brigade.
Durante el 74, Hawkwind saca un nuevo disco, Hall of the Mountain Grill, en alusión al café que reunía a la bohemia el underground londinense-, pero se producen algunas bajas en su formación. En 1975 lanzan Warrior of the edge of time, disco que cuenta con la colaboración del escritor de ciencia ficción Michael Moorcock- y se van de gira por Norteamérica, durante la cual detienen a Lemmy por intentar pasar de EE.UU. a Canadá con anfetaminas. Pero la causa se la arman porque la cana pensó que ese polvo era cocaína.
Todo ello obligó a suspender la gira y de regreso los problemas en los que se metía Lemmy no se detenían. Por ello lo rajan y lo reemplazan con el ex bajista de The Deviants y Pink Fairies, Paul Rudolph.
Por su parte, Kilmister se une a otro ex Pink Fairies, el guitarrista Larry Wallis y fundan Motörhead, nombre de la última canción que Lemmy escribió para Hawkwind.





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