jueves, 20 de agosto de 2015

The Damned (1977) Pt. III

'Neat Neat Neat' nos ofrece un vistazo a la parte lúdica, al costado puramente placentero del punk que siempre coexistió con su dimensión más 'políticamente' seria y de vanguardia. Dos artículos publicados en abril de 1977 en un diario de Los Angeles contribuyeron a consolidar la reputación de la banda y presentar una visión preliminar de hardcore. El 20 de abril, Richard Cromelin escribió que 'The Damned trabajó en la tradición frustración / agresión de The Stooges, combinados con un enfoque musical / mínimal que refleja la influencia de Los Ramones. Y en una nota más largo aparecida el 23 de abril, señaló que "Dave Vanian llevaba una mezcla de Alice Cooper y Drácula con su maquillaje y su ropa negra hecha jirones, corriendo frenéticamente por el escenario, fuera de control como un autómata cuyas baterías se estaban acabando. La música era simple. Sencilla. Hacía hincapié en la energía'.
Lo que distinguía a The Damned -Y a 'Neat Neat Neat' sobre todo- era su velocidad: La canción era pura y simple rapidez, como si se hubiese grabado a la mayor velocidad posible, justo antes de que se corte la energía electrica. De hecho, durante unos veinte segundos cerca de la mitad de la canción el trabajo de la guitarra es tan rápido que suena como si la canción fuese a desmoronarse. En una entrevista para el 'New York Rocker', el guitarrista Brian James dijo que el grupo había registrado todo el álbum en aproximadamente 'veinticuatro Horas', lo cual uno se siente tentado a creer, sobre todo cuando escuchamos 'Neat Neat Neat', la cual suena como si se hubiese hecho en una sola toma, en tiempo real, en dos minutos cuarenta segundos, lo que dura la canción. En este sentido, una canción como 'Neat Neat Neat' es el
cine-verité del punk rock: Escucharla, su existencia, nos recuerda las condiciones de su propia producción.
La solidez del punk siempre nos ha recordado la edición rápida de ciertas películas.
'Neat Neat Neat' es el Taxi Driver del punk, nos invita a sumergirnos en los cambios de humor repentinos. En esa película, Travis Bickle (Robert De Niro) envía una tarjeta dulce a sus padres y luego se lo ve cubierto de sangre, ya que la cámara se mueve lentamente por encima de él como un Dios mirando hacia abajo. Te das cuenta de lo que aterrorizaba del punk era la misma cosa que aterrorizaba de Taxi Driver: El Momento cuando el motor se apaga y todas las cosas entran en caída libre."



Fuente: A cultural dictionary of punk: 1974-1982. Nicholas Rombes


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