sábado, 22 de agosto de 2015

The Clash (1977) Pt. III

"The Clash cambió mi vida cuando los vi en octubre de 1976. Mis sentimientos acerca de ellos llegaron a ser más complejos, ya que coquetearon con la industria de la música y todavía se discute aquello. Sus recitales durante 1976 y 1977 eran simplemente fantásticos. Sin embargo, aún me encanta su último sencillo, This Is England.
Es noviembre de 1977: Estamos cerca del final de ese año agotador. Me encuentro en la fosa de prensa en el teatro Apollo de Manchester - un breve corredor entre el escenario elevado y frente a la audiencia - con una sola persona: El fotógrafo del NME Kevin Cummins. Frente a nosotros están los Clash, tronando como una manada de búfalos heridos; inmediatamente atrás nuestro se encontraban decenas de adolescentes, principalmente masculinos, apretujados en el pogo como sardinas, filas enteras que saltan hacia arriba y hacia abajo al unísono, caras contorsionadas, cuerpos rígidos. Proyectiles de saliva se vierten en el grupo, como parte del horrible ritual de unidad, de moda por entonces.
Detrás de ellos, en un segundo nivel de descontento, se encuentran los que están ocupados expresando su caos interior destruyendo el antiguo cine. Los asientos comienzan a llegar al foso de prensa acerca de la mitad del espectáculo: Caen sobre las cabezas de la primera fila. No se detienen. A medida que la manía crece - expresada por ese sonido peculiar que he escuchado muy pocas veces: un rugido público más fuerte que la amplificación - Me olvide de las maderas voladoras y eché un vistazo a el guitarrista Mick Jones, quien tenía en su cara una atemorizada mirada como diciendo: '¿Qué mierda? ¿Qué es esta locura? ¿Somos responsables de esto?
The Clash comenzó en el verano de 1976 como un clásico grupo londinense de mod tartamudo: cada canción era una copia agilizada "I Can not Explain" de The Who. En el momento de su primer disco,
The Clash, lanzado en abril de 1977, la mayor parte de este material se había reducido a chatarra a favor de la nueva demanda de cancione de corte social, como "White Riot", a sugerencia del mamanger Bernard Rhodes, quien podía ver lo que su amigo y ex colega Malcolm McLaren estaba logrando mediante la mezcla de pop y política con los Sex Pistols. Sin embargo, canciones como "Protex Blue" y "Cheat" siguen siendo un fuerte instantánea del primer punk londinese, como salvajes temas como "What’s my name?", una declaración perfecta de angustia adolescente: "¿Qué diablos está mal conmigo? / No soy quien quiero ser! '"
Jon Savage




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