“En cierto momento, que se inicia a finales de 1975, en cierto lugar
-Londres, luego a lo largo y ancho del Reino Unido, luego en lugares y
ciudades del mundo entero- tiene lugar una negación de todos los hechos
sociales, que conlleva la afirmación de que cualquier cosa es posible.
«Vi a los Sex Pistols -dijo Bernard Sumner, de Joy Division
(posteriormente, tras el suicidio del cantante, miembro de New Order)-.
Eran horribles. Y me parecieron grandiosos. Yo quería ponerme en pie
y ser horrible también. » Los miembros de los Sex Pistols se burlaban
de sí mismos, denunciaban a sus antepasados y escupían sobre el público,
que a su vez escupía sobre ellos. Comencé a preguntarme de dónde
procedían aquellos gestos. En última instancia no se trataba sino de
afirmación artística, pero tales afirmaciones, comunicadas y recibidas
en cualquier forma, son escasas. Yo sabía mucho de rock'n'roll, pero no
sabía nada de aquello. Aquellos gestos y aquella voz, ¿no venían de
ningún sitio o los había provocado algo? Y si algo los había provocado,
¿qué era?”
Fuente: "Rastros de Carmín", Greil Marcus.
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