Otra de las clásicas bandas que sentaron precedentes casi
en silencio en los años de la explosión punk de la gran manzana fue Chain Gang. Tanto “Gary
Gilmore and The Island of Dr Moreau” como “Son Of Sam”, obtuvieron la dimensión
de clásicos con el correr de los años, aunque en el momento de su publcación (1977)
hayan sido uno más del montón, salvo para quienes merodeaban los reductos de
efervescencia punk de New York. Su cara visible era Ricky Don’t call me
Ricky Luanda. Ricky y su grupo fueron de los que vieron en el emerger de la
escena punk la posibilidad de hacer algo diferente con el rock como excusa,
pero aseguran no haberlo logrado. Tal vez por eso quedaron como una banda
transicional hacia aquello que llamaron No Wave. Ese fragmento nihilista que
se desprendió del propio punk neoyorquino y del vimos una temprana
muestra con Red Transistor.
La banda había iniciado su camino en 1975 con otra
denominación, pero su puesta en escena
agresiva –como su sonido caótico- los ubicó inesperadamente dentro del catálogo
punk de ese año 1977.
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