sábado, 8 de agosto de 2015

Television (1977)

Tras la salida/expulsión de Richard Hell de Television, las cuatro cuerdas recayeron en el por entonces bajista de Blondie, Fred Smith (No confundir con Sonic, de los MC5). A decir verdad, casi que se lo robaron. Pero Fred no tenía demasiadas ganas de continuar en Blondie, con lo cual fue una excusa para que el bajista pueda cambiar de aire, situación y actitud que a Debbie Harry no le agradó mucho.
El ingreso de Smith, afianzó el sonido del grupo. Las bases de Ficca y Fred, definieron la búsqueda experimental de Television, que tenían en el torbellino espiralado de improvisaciones de Verlaine y Lloyd un sello que los distinguiría, hasta quedar plasmado en su gran disco debut.
Antes de ellos varios discos se disputaron al grupo desde Sire -ya metido en la escena CBGB con Ramones y Blondie- a Arista, a través de Patti Smith -quien admeás tenía una tormentosa relación con Verlaine-. Pero fue la encargada de prensa del sello Elektra -quien en los 60 trabajó con Love y The Doors-, Karin Berg, quien puso el foco en Television. Esto fue a través de Danny Fields -que manejó The Stooges mientras estos estuvieron en Elektra- y de un concierto especial que Terry Ork armó en el CBGBs. Berg quedó impresioanda de que Television no tenga contrato y conveció de inmediato a su jefe de ficharlos. Así se concretaría la grabación de ese gran disco llamado Marquee Moon.
Las canciones que terminaron en en dicho álbum debut, eran ensayadas seis o seite veces por semana. Nada era casualidad. Hubo dos canciones nuevas -"Guding Light" y "Torn Curtain"- además de los clásicos de la primera época -"Friction" o "Venus"-. La mayoría fueron grabadas en una sola toma.

Marquee Moon fue lanzado en febrero de 1977. En Inglaterra fue muy bien recibido. El periodista Nick Kent de la NME, lo comparó con trabajos de grupos como The Doors, The Byrds o Velvet Underground, al punto de etiquetarlos como un grupo de punk psicodélico.

Marquee Moon es el eslabón perdido entre la bohemia neoyorquina de los primeros 70 y el post punk de fines de esa misma década. Casi ni se podría hablar del disco -y de la banda- como de punk rock. Excepto por sus intentos de apartarse de los caminos simples del rock and roll sin caer en una actitud presumida, sino más bien seductora. Podían unir la improvisación del jazz con las guitarras lisérgicas de los 60, mostrando que la música tiene mas puntos en común que diferencias.







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