Abandonamos brevemente el centro
del punk canadiense en 1977, Toronto, y nos trasladamos a la costa del
Pacífico, a la provincia de British Columbia, más específicamente a la ciudad
de Vancouver.
Allí supo surgir hacia abril de
1977 y por apenas seis meses, la que seguramente fue la primera agrupación punk
de esta urbe: The Furies.
Se trataba de un trío, cuya cara
visible fue el cantante y guitarrista Chris Arnett, junto al baterista Jim
Walker y, originalmente, el bajista Malcolm Hasman.
Arnett tenía una formación clásica
en piano, pero su afición por el rock and roll lo llevó a tomar la guitarra
de su padre. Hacia mediados de los 70, la música que circulaba lo aburría
notablemente. Como el mismo describiría: “Una gran cantidad de los llamados revolucionarios de los años 60 se
convirtieron en una suerte de insípidos, apáticos y complaciente profesionales
de los años 70, en busca de los mismos tipos de puestos de trabajo que sus
padres tenían; solo buscaban darse la buena vida (…) Escuchabas a los Eagles y a
Supertramp ... no me gusta ese tipo de hipocresía y definitivamente no me gusta
la música que se estba reproduciendo."
A su favor
descubrió en algunas radios alternativas los sonidos de Bowie, Roxy Music y los
New York Dolls, más su vieja adquisición de White light/White heat de
Velvet Underground, que siempre le significó un faro a la hora de hacer música.
Gracias a aquel estilo fue que The Furies nació, sin otro objetivo
que tomar lo que a ellos les parecía más interesante. Y precisamente el hecho
de tener su pequeña banda tocando un rock and roll honesto hizo que aparezca la
palabra “punk” como un nexo con otros tantos grupos de otros lugares. Hacerlo
por placer. Pronto a eso le añadieron la imagen. De los Sex Pistols conocieron
primero sus fotos antes que su música. Y con ello ya alcanzó. Y al adoptar esa
postura, descolocaron a toda la escena musical alternativa de Vancouver. Nadie sabía donde ubicarlos.
Debutaron en mayo del 77 en el Pump’s
Art Gallery de Gastown. Fueron la parte musical de una muestra del artista
gráfico Richard Hambleton. En aquellos días, Arnett describía a los futuros
miembros de bandas emblemáticas de la ciudad como D.O.A. o Subhumans como
“hippies”, que descubrieron el sonido punk de cerca gracias a The Furies. Al no
haber otras bandas similares en la ciudad, Chris decidió inventar una a través
de su amiga Jill, quien cada tantos se juntaba con un grupo de amigas a
ensayar. Les pasó un disco de Ramones y les propuso abrir un concierto de
ellos. Así nació la primera banda punk femenina de Vancouver: The Dishrags
Aquel concierto abrió el periodo
de un emblemático sitio para la new wave de Vancouver como el Japanese Hall.
Aquello hizo perder la timidez a
muchos grupitos, que empezaron a prevalecer, como Lewd y Skulls (pre D.O.A.).
Por otro lado Hasman fue echado y
su lugar lo ocupó John Wermer, pero Chris se encontró en la dsiyuntiva de seguir
con la banda o retomar el colegio, imponiéndose esto último. Todo ello conspiró
al rápido final de The Furies. Por su parte Wermer y Walker se fueron a
Inglaterra donde formaron Pack. Al poco tiempo, Walker ingresaría a P.I.L.
Sólo
quedó el registro de un tema que conformaría su primer single oficial,
llamado "What do you want me to be". Apareció recién en el año 1991,
abriendo el compilado Last Call: Vancouver Independent Music 1977-1988, el cual acompaña esta reseña.
Fuente: http://livevan.com/article/453/view
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