Scott Davey y Tony Malone forman en 1975 una banda
que sacude la modorra de la adormecida escena de Toronto. Por su aspecto y
música, hay algo en ellos que remite al glam más arty de Bowie, Roxy Music y
The Sparks. Pero sus shows habituales en el Beverly Tavern se convierten en un
fenómeno propio de una emergente escena de la ciudad. Aunque nunca se
definieron como una banda gay, su energía y actitud escénica hacía que aquellos
observadores más asustados por lo que veían salieron rápidamente a etiquetar. Y
claro que lo que The Dishes buscaban era eso. Incomodar, mucho más que
cualquier banda con un frontman que se cortara con una hoja de afeitar. Por esos
años, a Toronto había llegado Bruce LaBruce, un cineasta y editor de fanzines que
se convertiría en un nombre clave de la escena queercore de los 80. LaBruce
diría que aquellos recitales de The Dishes habían sido una inspiración,
mientras estudiaba arte en el Colegio de Arte de Ontario.
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