En el rastreo
de tempranas expresiones de la new vave canadiense, recalamos en la compleja
Provincia de Quebec, más específicamente en su ciudad más importante: Montreal.
Ahí nació y creció un muchacho llamado Stanley Frank, que desde muy chico se
volcó a formarse en la ejecución de la guitarra. Eso, sumado a su afición por
la música pop que escuchaba en la radio lo llevó a formar precozmente un grupo,
a los 14 años.
Desde entonces no paró de tocar en fiestas adolescentes y eventualmente en
clubes, a la par que construía su propio repertorio, cada vez más rockero e
influenciado por los sonios glam y hard rock.
Una vez terminados sus estudios secundarios, puso todas sus fichas en construirse una carrera como músico. Evidencia de ello fue su temporario traslado a Toronto, llevando consigo varias canciones grabadas en el sótano de su casa de Montreal para ser presentadas en el sello independiente Attic Records, fundado en 1974 por Alexander Mair y Tom Williams. La excursión dio resultados positivos y dos temas fueron elegidos para ser publicados en un 7” : “S’cool Days” y “On a line”.
Por sobre todas las cosas, Frank tenía un radar para todos los movimientos que se producían dentro del rock, y prestaba atención a todo aquello que le resultaba un soplo de aire fresco. En ese sentido, los rumores de una escena calificada como “Punk” en New York e Inglaterra le hizo poner el oído en esos sonidos, con los que quiso impregnar su obra. Pero sentía que no estaban dadas las condiciones para que ocurra lo mismo en Quebec, por lo que decidió ir con sus canciones a Inglaterra, a la par que perfeccionaría su técnica con la guitarra. Allí vivió de primera mano el auge punk británico. En 1977 sus dos temas editados un año antes llegaron a las oficinas del extinto sello especializado en soul Power Exchange Records que lo sacó en un EP titulado “New Wave”, junto a los autralianos The Saints. Dos muestras, quizás, de punk no británico con reminiscencias a los estilos a los que el sello se dedicaba (En especial rythm & blues).
Las recepciones fueron dispares en cuanto a la aspiración de marcar un puntapié del punk en Canadá. Mientras en Inglaterra se reconocía de buen modo su apuesta de power pop, en Canadá esto parecía no hacerlo lo suficientemente punk. En Europa le fue mejor que en su país. De todas maneras no daría el brazo a torcer y un año después regresaría a Canadá, donde firmaría un contrato con Polydor.
Una vez terminados sus estudios secundarios, puso todas sus fichas en construirse una carrera como músico. Evidencia de ello fue su temporario traslado a Toronto, llevando consigo varias canciones grabadas en el sótano de su casa de Montreal para ser presentadas en el sello independiente Attic Records, fundado en 1974 por Alexander Mair y Tom Williams. La excursión dio resultados positivos y dos temas fueron elegidos para ser publicados en un 7” : “S’cool Days” y “On a line”.
Por sobre todas las cosas, Frank tenía un radar para todos los movimientos que se producían dentro del rock, y prestaba atención a todo aquello que le resultaba un soplo de aire fresco. En ese sentido, los rumores de una escena calificada como “Punk” en New York e Inglaterra le hizo poner el oído en esos sonidos, con los que quiso impregnar su obra. Pero sentía que no estaban dadas las condiciones para que ocurra lo mismo en Quebec, por lo que decidió ir con sus canciones a Inglaterra, a la par que perfeccionaría su técnica con la guitarra. Allí vivió de primera mano el auge punk británico. En 1977 sus dos temas editados un año antes llegaron a las oficinas del extinto sello especializado en soul Power Exchange Records que lo sacó en un EP titulado “New Wave”, junto a los autralianos The Saints. Dos muestras, quizás, de punk no británico con reminiscencias a los estilos a los que el sello se dedicaba (En especial rythm & blues).
Las recepciones fueron dispares en cuanto a la aspiración de marcar un puntapié del punk en Canadá. Mientras en Inglaterra se reconocía de buen modo su apuesta de power pop, en Canadá esto parecía no hacerlo lo suficientemente punk. En Europa le fue mejor que en su país. De todas maneras no daría el brazo a torcer y un año después regresaría a Canadá, donde firmaría un contrato con Polydor.
Fuente: http://www.canadianbands.com/Stanley%20Frank.html
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