jueves, 29 de septiembre de 2016

Devo (Akron, Ohio, 1977 Pt.III)

"Funcionó. Devo evolucionó hasta transformarse en un agregado de sonido e imagen ceñidamente ajustado que compartía mucho con la teatralidad del shock rock de Alice Cooper y The Tubes como con los desaliñados punk rockers. Cada vez que conseguían realizarse, los shows de Devo empezaban con The Beginning was the end: The Truth about De-Evolution, una película de diez minutos de duración dirigida por su amigo Chuck Statler, a quien habían conocido en una calse de arte experimental en la Universidad Estatal de Kent. Es de hecho ese cortometraje de Stalter el que generó esas conocidísimas imágenes imperecederas de Devo: Mothersbaugh como el profesor chiflado en moño y bata blanca que da una conferencia sobre la de-evolución y el resto de la banda con lentes de sol plásticos y medias de nylon de colores apretándoles las caras y deformándoles las facciones, a lo ladrón de bancos.

Fue Statler quien en 1975, les mostró a los integrantes de Devo una conocida revista de divulgación científica que traía un artículo sobre el laserdisc, por aquel entonces a punto de lanzarse al mercado. 'Leímos que tenía el mismo tamaño de un LP pero traía imágenes en movimiento', dice Motherbaug.  'Y pensamos ¡Dios mío! ¡Es lo que queremos hacer!'. Originalmente más un aspirante a director de cine que un músico, Casale fantaseaba con hacer 'una película de ciencia ficción anticapitalista' y siempre había pensado en Devo como una entidad  visual en la que 'lo teatral, las ideas y las escenas eran tan importantes como la música'.

Ansiosos por ser los responsables de hacer arrancar la revolución del videodisc, los Devo no veían la hora de llegar al futuro. Los setenta habían sido una completa pérdida de tiempo, nada más que los sesenta hundiéndose en la decadencia. Devo ansiaba ser la primera banda de la cuadra en estar haciendo música de los ochenta. Como Pere Ubu, fueron más allá del punk antes de que el punk siquiera existiese del todo. Y esto no solo musicalmente, con sus sintetizadores y sus ritmos industriales, sino también conceptualmente. Compartían la actitud 'nunca confíes en un hippie' del punk pero, como dice Mothersbaugh: 'Nosotros pensábamos que los punks nunca habían aprendido nada del fracaso de los hippies. La rebelión siempre es cooptada y transformada en un nuevo aparato de mercado'. Venderse, usar el sistema para propagar el virus, parecía en cambio la estrategia más insidiosa para una banda como Devo, que siempre se había visto a sí misma como 'una banda de protesta posmoderna'".



Fuente: Postpunk, romper todo y empezar de nuevo, de Simon Reynolds.

No hay comentarios:

Publicar un comentario