Seguramente
Toronto haya sido la ciudad más receptiva a la posibilidad de construir una
suerte de foco punk en Canadá. Ya en el temprano 1977 pueden apreciarse algunas
expresiones que de manera tímida dejan traslucir algunos guiños de
confrontativa actitud punk, escénica y musicalmente hablando.
En este caso
se trata de un grupo con un estrecho lazo con el mundo del arte y de la música
vanguardista, pero que en el crucial 77 eligió encaminarse en los ruidos que
arrastró consigo la new wave.
Por un lado
nos encontramos con Michaele Jordana, una artista plástica y fotógrafa, nacida
en Winnipeg pero que estudió arte en Toronto. En el 76 presentó su primera
muestra de cuadros en la Galería Nacional de Canadá. Las repercusiones fueron
muy buenas en su debut, y varixs coleccionistas se interesaron en sus obras
para nutrir sus colecciones privadas, además de generar el interés de
diferentes galerías.
Paralelamente
a su labor como pintora, Michaele dedicaba tiempo a la fotografía y a la
realización de performances multimedia con su novio de entonces, el tecladista
Doug Pringle, ex miembro de la banda avant-garde formada a fines de los 60,
Syrinx.
Esta fue la
génesis de un proyecto musical que ambos buscaban plasmar, pero no encontraban
del todo la forma definitiva. Hasta que los aires del punk y la new wave los
inspiraron. Era, en efecto, por entonces, algo renovador. Así reclutan al bajista Michael McLuhan y al
baterista Calvin Greenwood, que se hacía llamar Luce Wildesbeet. Así nació The
Poles, nombre derivado del reciente viaje que Michaele había realizado por el
polo norte y que también inspiró las obras de su primera muestra (ballenas
masacradas). Sus primeros conciertos los hicieron deambular por galerías de
arte e institutos educativos de Toronto.
Al poco
tiempo, McLuhan se apartó, siendo reemplazado por Steve Good. El productor Jack Richardson lxs vio y entendió
que se ajustaban perfectamente a la estética del naciente punk. Podían ser un
éxito fugaz y efectivo. Y los fichó para su sello Nimbus 9. Casi
de inmediato
se metieron en el estudio y con la producción de Keith Elshaw (luego
instructor
de tango en Montreal), quien captó toda la energía punk de los vivos del
grupo.
El resultado fue un single con dos temas: “CN Tower” (referencia a un
simbolo de la ciudad, como lo es la torre CN, la más alta de América con
553 metros de altura) y “Prime Time”. Las radios lo recibieron e
inmediatamente fue
emitido, convirtiéndose en uno de los primeros clásicos del punk de
Toronto.
Pronto,
traspasaron los limites de su ciudad, y tuvieron la oportunidad de compartir
escenario con las principales bandas punk de New York, como Ramones o Blondie,
tocando en el CBGB’s o el Max’s Kansas City.
Fuente: http://www.canadianbands.com/Poles.html
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