Seguimos alejándonos de Londres, pero nos dirigimos
a una ciudad con una vasta y extensa tradición de rock y pop. Nos referimos a
Liverpool, una metrópolis que, extrañamente si tenemos en cuenta sus
antecedentes, prácticamente había brillado por su ausencia en la génesis del
punk rock británico. Aunque en realidad esto no era tan así. En Liverpool
estaba el Eric’s Club, un antro que albergó a muchos de los nacientes grupos
new wave en sus giras por el norte inglés. Pero el tema era ¿Cuál era el
representante local de este fenómeno hacia 1977?
Precisamente en el Eric’s,
en abril de 1977, un
joven llamado David Liiter concurre junto a unos amigos al concierto que
da en
su ciudad Johnny Thunders & The Heartbreakers. Tras el mismo,
Litter, vaya
a saber uno por qué (Quizás porque era bien visto decir eso), se acerca
al ex guitarrista de los New York Dolls y le cuenta que tenía
una banda que gustaría tocar con ellos. La cosa es que tal banda no
existía,
por lo que luego de que Thunders lo invitara a tocar con ellos,
Slaughter & The Dogs y
Buzzcocks en el concierto que darían en mayo en el Warrington Park Hall de
Cheshire (Entre Liverpool y Manchester), tuvo que armarlos. Haciendose cargo de
la guitarra, reclutó a sus amigos Peter Griffiths en bajo, Steve Platt en
batería y Mike Rigby en la voz, dando origen a The Blackmailers. Todos
absolutos amateurs. En su primer gig, solo tocaron covers de Ramones. Tras ello
perdieron a su baterista, pero consiguieron otro mucho más comprometido con el
proyecto (si es que eso podía existir en el urgente clima punk), llamado Peter
Clarke, pero más conocido como Budgie, quien debutó en la segunda fecha que
dieron, en el mencionado Eric’s Club. Para entonces ya habían adoptado su
denominación definitiva, a consejo de Wayne County: The Spitfire Boys.


De todas maneras, continuaron sufriendo importantes
bajas, cuando se aleja nada menos que el cantante Rigby. Ante esta disyuntiva, Clarke recurre a un
conocido suyo, que casi de inmediato se hace cargo del rol de vocalista: Paul
Rutherford.
A pesar de los sobresaltos, no se quedaban quietos,
tendinedo lazos, cooncurriendo a otros conciertos y promocionando de boca a
boca su propuesta de punk rock sin medias tintas. Eso les permitió salir de
Liverpool y recalar en Londres, donde se presentaron en clubs clásicos como el
Vortex, compartiendo fecha con bandas como The Slits. En uno de esos viajes, al
no poder estar Griffiths (quien ya era el más descarriado de la banda), su
lugar fue ocupado por un tal Holly Johnson.
Tras un gig en Wigam el dueño del lugar habló con
Peter Griffiths y le mostró interés por llevar al grupo a su pequeño estudio y
registrar algunos temas. De aquello salió un contrato con su sello RKO Records.
Se trataba de Robert Kingston, quien tenía en su haber “You Really Got Me” de
The Kinks, lo cual hacia flashear a la banda. Sin embargo no vieron muchas
ganancias de lo que fue su primer (y para muchos único) single: British Refugee
/ Mein Kampf, el cual salió en octubre.
Puede sonar paradójico, pero aquella experiencia de
ochos meses había sido lo suficientemente intensa para los integrantes de
Spitfire Boys, quienes ya necesitaban experimentar por otro lado o tomar un
respiro. Y así fue que en diciembre, se separaron, no sin antes llevarse el
mérito de ser la primera banda punk de Liverpool en publicar un single. Lo
interesante radica también en el camino seguido por quienes en algún momento u
otro formaron parte de la banda: El cantante Paul Rutherford integraría poco
después, junto a Budgie y el ocasional Holly Johnson el grupo Opium Eaters. A
su vez, Rutherford y Johnson, serían mejores conocidos en los 80 por formar
parte de Frankie Goes to Hollywood. Así
mismo, el baterista Budgie tocaría también en Big in Japan, The Slits y
Siouxsie & The Banshees (De hecho se casaría con Siouxsie Sioux en 1991).
Por su parte, el guitarrista David Litter, se dirigió a Londres, donde formó el
fugaz conjunto The Photons, junto a, entre otros, Steve Strange (conocido luego
por Visage y por manjear la meca New Romantic, el club Blitz) y Vince Ely (luego
baterista de Psychedelic Furs). Pero al
acabar rapidamente esta experiencia se retiró a Gales donde creó primero los
White Boys, que en 1979 se convirtieron en una reencarnación de Spitfire Boys,
para llamar más la atención. Pero de eso nos ocuparemos más adelante.
Su restante integrante, el bajista Peter Griffiths,
se alejó de cualquier vinculo con el mundo de la música, el cual solo le dejó
desilusión y excesos.
En definitiva, los Spitfire Boys fueron una pieza
fundamental de la primera hora punk proveniente de la cuna de los Beatles.
Fuente:
www.punk77.co.uk
www.whycontrol1977.blogspot.com.ar
www.boredteenagers.co.uk
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