A
medida que avanzamos en la exploración sonora del
año 1977 en el Reino Unido a través del punk, nos queda claro que éste
fue un
impulso vital para muchxs adolescentes que se decidieron a tomar un
instrumento
musical o un micrófono para decir lo suyo, desde la rabia, el rechazo,
la
negación y otros tópicos que el punk supo explotar muy bien. Pero, lejos
de
cualquier pronóstico, advertimos que algunas corrientes musicales o
escenas, de
mayor presencia en los años previos y a las que el punk supuestamente
venía a
enterrar para devolverle al rock and roll la energía perdida, seguían
activas,
reformuladas e incluso nutriendo a la new wave desde diferentes lugares.
Grupos repasados como Brianiac 5, Joe Cool & The Killers, Plummet
Airlines, Motorhead, XTC o The Soft Boys, entre otros,
son ejemplos de esta suerte de imperceptible, para muchxs, sincretismo
musical
que se daba durante el mismísimo 1977.
Ese año fue el marco en que un músico llamado
Johnny Du Cann sacó a la luz su propia interpretación de los que el punk,
musicalmente hablando, quería expresar. Seguramente era consciente de las
divergencias generacionales que aquello le implicaba. Pero si el punk tenía que
ver con la chance de que todos se expresen más allá de las intermediaciones,
para sortear obstáculos, Johnny había entendido de qué iba la cosa.
Nacido como John William Cann en 1946, en
Leicester, para la época de ebullición punk, con 31 años de edad, resultaba ya una suerte de fósil
del rock. John venía pisando escenarios desde mediados de
los 60 con diversas bandas de garage (O freakbeat, en su concepción inglesa) y
hardrock como The Attack o Andromeda, hasta recalar en 1970 a Atomic Rooster,
conjunto al que se podía incluir dentro del amplio universo progresivo post
psicodélico. Participó con su guitarra en un par de discos y luego se lanzó a
encabezar proyectos propios entre 1971 y 1973, que fueron mutando de
denominación: Daemon, Bullet y Hard Stuff. Se trataba de bandas con un sonido
transicional entre el progresivo y el más agresivo y naciente heavy metal.
En 1974, su estilo de guitarrista filoso le abre
una posibilidad importante, en principio temporal: Sumarse a la señera banda
irlandesa Thin Lizzy durante su gira alemana. Fue por entonces que se le
sugirió dejar atrás el oficial John Cann, para adoptar el nombre de Johnny Du
Cann, que identificaría su carrera solista a partir de ese momento.
Fue en el caliente 1977, cuando a Johnny le surge
la posibilidad de grabar un disco con su propio grupo, tras presentar demos en
Arista Records. El sello le recomendó a Johnny apuntalar su material con la
colaboración de Francis Rossi, guitarrista de Status Quo, con quien Du Cann
compartía manager (Quarry Managment). A Rossi (quien produciría y tocaría en el
álbum) se le suman otro de sus compañeros de banda, el tecladista Andy
Brown, además de un futuro miembro de los Status Quo, como era el baterista Peter
Kircher (reemplazado en algunos tracks y en las presentaciones vivo por el ex
compañero de Johnny en Atomic Rooster, Paul Hammond). A su vez, las cuatro cuerdas
quedarían a cargo de John McCoy (luego en el grupo new wave Neo).


En
agosto, Arista anticipa parte del álbum con un primer single, Throw him in
jail/ Street strutter, seguido en octubre por Where’s the show/ Hang around. Por
algún motivo, tal vez vinculado a que deseaba contar con un disco más
acorde a
lo que se vendía por entonces (música disco o punk rock), la compañía
decidió aplazar la salida del LP. Probablemente les pareció que había
poca renovación en la formación como
para llamar la atención de los públicos nuevos. Pero la realidad que
esas pocas
muestras dejaron traslucir una propuesta que mixturaba la pesadez de
Staus Quo
con la energía de Sex Pistols, creando un sonido new wave que se dejó
pasar de
largo. Recién en 1999, el sello independiente inglés Angel Air, editaría el
postergado disco (22 años más tarde) más algunos bonus tracks.
Sin duda, Johnny Du Cann no pasó a la historia por
su aporte a la explosión punk, pero sí se trata de otro ejemplo que expone como la energía punk
le dio vidas extras a músicos anclados en tradiciones precedentes. Algo que
también ocurrió gracias a la predisposición de éstos a adentrarse en dicha
aventura, más no sea por unos meses.
Fuente:
www.independent.co.uk
www.angelfire.com
punkygibbon.co.uk
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