jueves, 23 de marzo de 2017

Eater (Londres, Inglaterra, 1977) Parte 2

“En un minuto éramos adolescentes torpes, ligeramente nerds, al siguiente éramos héroes en nuestra ciudad natal, con un exceso de ‘profundos’ abordajes sociológicos periodísticos acerca de nosotros. Nuestras edades hicieron que nunca se nos tomara demasiado en serio… Había bastantes cambios en nuestras vidas jóvenes a los que tuvimos que adaptarnos, por ejemplo: una noche los Clash nos condujeron por todo Londres y terminamos colándonos en una de esas fiestas chetas de la industria musical, encontrándonos a nuestros héroes, estrellas del pop, mientras discutían sobre la relevancia del punk, tomando anfetaminas y levantándose pibas, siendo ellos muchos (y en algunos casos muchos, muchos) años más viejos que nosotros. A la mañana siguiente estábamos de vuelta en la escuela, lanzando aviones de papel al maestro. Fue una doble vida brillante.”

Andy Blame, cantante de Eater, para el libro Vacant, de Thames  & Hudson, 1999.
 
Eater representa ese otro costado, tal vez el más identificado con la explosión punk británica del 76/77. Esa que tenía como protagonistas no a viejos musicxs buscando reformularse, sino a chicxs que flasheaban con la oportunidad de generarse su propio canal expresivo.
Para muchxs, el punk no era tanto un “género musical”, sino una forma de apropiarse de la música (el pop, el rock), de los medios de comunicación, de la estética. Haciéndolo ellxs mismos.
Entre septiembre y octubre de 1976, cuatro compañeros del colegio en Finchley, al norte de Londres, dan el primer paso para formar un nuevo grupo. Ellos eran Andy Blade (un chico de origen egipcio) en guitarra y voces, Brian Chevette en guitarra, Paul Flynn en bajo y Social Demise en batería, hermanos de Andy. No superaban los 16 años, lo que los convertía en una de las bandas más jóvenes de la incipiente escena. El nombre provenía de una línea de una canción de T-Rex llamada “Suneye”que decía “Tyrannousaurs Rex, eaters of cars”.

"Ellos (lxs periodistas) siempre hacen preguntas estúpidas como ‘¿Qué piensa tu mamá de esto?’ ‘¿Por qué usan alfileres de gancho?’ ¿Entendés?, preguntan: ‘¿Qué hay detrás de todo esto?’ No hay nada significativo o chocante en lo que hacemos, sólo tocamos para nosotros mismos, para chicos como nosotros, no hay nada más detrás.
Ian Woodcock – Punkzine Sniffin Glue, 6 de enero de 1977.



Fuente:  www.punk77.co.uk

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