Cuestiones
como las mencionadas anteriormente sobre The
Stukas, es decir, contar con un nombre perfectamente adaptado a lo que
se
esperaba de un grupo punk en el 77 (algo que choque, desagrade o
desoriente),
son un simple ejemplo de que bien entrado ese año (especialmente tras un
candente, en todo sentido, verano) se sabía que con cumplir algún
“requisito”
se podía formar parte del punk. O sea, hasta comienzos de ese año,
muchos
conjuntos pasaban a formar parte de una escena naciente, casi sin darse
cuenta
y más allá de sus anhelos. Sonidos, actitudes y aspectos diversos,
parecían
unidos por un invisible pero fuerte hilo de hastío que en el 77 acabó
por
definir esta expresión. A partir de mediados de ese mismo año, muchas
bandas, incluso
fundadas antes de esa fecha, empezaron a reforzar su adscripción a
partir de
seguir determinadas pautas que, creían, los hacía más punks. Había
conjuntos de
absolutos amateurs y bandas de músicos con relativa experiencia que se
lanzaban
a la arena de la new wave. Los sellos, agudizaban mucho más el alcance
de sus
radares para adelantarse a sus rivales y contratar la potencial nueva
joya de la new wave, sabiendo que, en general, se trataba de éxitos
descartables. En
definitiva, hacerse punks para pegarla, empezó a ser común, mas no
viable. En
ese escenario, algunos grupos interesantes se fueron perdiendo en la
arena
movediza de sus confusas aspiraciones, pero dejaron una muestra de lo
complejo
de aquel panorama que a veces imaginamos mucho más compacto.
Todo esto, nos permite acercarnos a la historia de
los Depressions, nombre desconocido para la generalidad. Poco tiempo
antes de adquirir su estética punk, eran una banda formada en Brighton, East
Sussex, llamada Tonge y que hacía, básicamente, covers de grupos mod de la
década anterior. Cuando el 77 los encuentra en ese rol, advierten que no había
demasiadas (si las había) bandas punk en Brighton, por lo que cambian su
aspecto y su nombre, por otro más llamativo, como el punk exigía: The Depressions.

Consiguen que los represente Chas Chandler, ex
manager de los famosos Slade, con cuyo sello Barn Records, consiguen un
temprano arreglo.
La formación original incluía a tres amigos que
habían crecido en la misma calle. Ellos eran Dave Bernard (bajo y voz), Eric
Wright (guitarra y voz) y Frank “Ammer” Smith. En la batería se sumaría Ozzy
“Kro-Bar” Garvey, quien se distinguiría por usar un parche en el ojo al estilo
pirata.
Muchas veces hemos hablado de lo importante que era
para que un grupo se meta de lleno en el naciente universo punk, que su primer
single o LP (en ocasiones el único que podrían publicar) sea lo
suficientemente conmovedor, shockeante, movilizador, estimulante e inspirador.
Al escuchar el primer single de Depressions, parecería que la imagen y la
música no secondecían, para ser un single publicado en el 77. No sonaban punk, aunque
intentaron suplirlo con su imagen de pelos platinados y un exagerado repertorio
apuntado a un público más proletario, o más bien macho, en definitiva. Presumían
de superar la provocación misógina de los Stranglers, lo cual resultaba un bobo
mérito. Así y todo tuvieron a su
alrededor la atención de cualquier otro grupo del periodo e incluso mayor, a
partir de secuencias como la que incluyó el incidente en el que fueron
detenidos por escribir el nombre de la banda en una pared, por el que cada uno
fue multado con £150.
Entre fines del 76 y marzo del 78 publicarían dos
singles y un LP, para luego cambiar su nombre a DP’s, modificando incluso su
sonido a uno más rockero más convencional.
Fuente:
www.punk77.co.uk
https://www.punkbrighton.co.uk
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