jueves, 23 de marzo de 2017

Joe Cool & The Killers (Brighton, Inglaterra, 1977)

Continuando en la sureña localidad de Brighton, encontramos allí un claro ejemplo de la expansión de la fiebre punk más allá de Londres y de las otras grandes ciudades del país. Quizás incorporadas un poco más tardíamente a este fenómeno, ello no implicaba que no tuviesen un pasado con interesantes muestras vinculadas a otras expresiones musicales británicas en los años precedentes. Pero el punk se llevó puesto todo y casi que obligó a quienes en estas ciudades periféricas a la capital inglesa estaban envueltos en el mundo de la música pop, a rever el camino a seguir.
El ejemplo en cuestión, asoma en mayo del 77 bajo la denominación de Slits & Bedmates, con Jan Breton en voz, Tony Mayberry en bajo, John Clay en guitarra y Stuart Green en batería. Pero Breton se va e incorporan una nueva guitarra, a cargo de Suchard Thittichai. Con esta alineación, John Clay (quien trabajaba como empelado en un negocio de Brighton) convence al cuarteto de concurrir a una audición en la productora de David Courtney, un reconocido hombre de la industria musical vinculado Artistas como Led Zeppelin, The Who o Eric Clapton y que poco tiempo antes había llevado al éxito al cantante de pop y soft rock Leo Sayer.
Courtney estaba interesado en la propuesta del conjunto, ya que en Brighton surgían grupos que coqueteaban con la etiqueta (como los antes mencionados Depressions) y las bandas del estilo llenaban los espacios cada vez más receptivos a la propuesta como The Alhambra Pub, The Buccaneer (con números punk todos los domingos), Community Resource Centre y, como solía pasar, The Art College.
Una de los primeros pasos que dieron a partir de su contacto con la productora de Courtney, fue modificar tanto sus denominaciones como la de la banda. John se hizo cargo de la voz principal, pasando a llamarse Joe Cool, con lo que el grupo quedó definido como Joe Cool and the Killers.
John no era un adolescente, y sus influencias musicales están estrechamente ligadas a cierta tradición arraigada en Brighton. Esta localidad costera, reconocido centro turístico británico, fue en los 60,  escenario de los más violentos enfrentamientos entre mods y rockers. Desde entonces las vertientes más tradicionales del rock & roll han estado vinculado a esta ciudad e influyeron en el perfil en que hicieron hincapié Joe Cool & The Killers. Decía Clay (O Joe Cool): “No me intereso en los alfileres de gancho porque creo que es sólo una moda (…) Estoy interesado en la música totalmente energética y agresiva, y la new wave ha traído eso de vuelta. Es un retorno al espíritu del rock 'n Rollo, la idea de que ppodés no tener un montón de formación musical y sonar como el carajo con una guitarra". 
Para el él la new wave rompería la frontera entre punks y teds, porque ambos estaban representados en la explosión punk. Sin embargo algunos de sus shows estuvieron teñidos de quilombo, que adjudicaron a la presencia de hooligans de futbol. Sin embargo, ya por entonces, en cada rincón del país donde había algún concierto punk, la posibilidad de disturbios que impidan la finalización del show, estaba latente. No importa quién tocara.
Como veníamos diciendo, los sellos estaban a la pesca, y acordaban con grupos cuya existencia no superaría la barrera de 1978, tal el caso de los Killers de Joe Cool. En su caso fue el particular sello Arola, con antecedentes en la música disco y casi ninguna relación con el punk. De todas maneras ello les permitió publicar su único single bajo el nombre que nos ocupa hoy. El mismo apareció a fin de año con el titulo de I just don’t care. En esa mismas sesiones de grabación se registraron los temas de su primer LP, que publicarían al año siguiente bajo el nombre de The Killers, pero eso ya es otra historia.



Fuente:
www.punk77.co.uk
www.punkbrighton.co.uk
www.punkygibbon.co.uk

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