viernes, 22 de enero de 2016

The Saints (1977) Pt. I

El año 76 había sido muy especial para el conjunto de Brisbane, The Saints. Como si tratara de un involuntario experimento de laboratorio, las sustancias mezcladas pacientemente durante dos años de trayectoria (Se habían formado en 1974 por iniciativa de los amigos Ed Kuepper y Chris Bailey) finalmente generaron una explosión liberadora para el rock and roll aussie. Sin contacto directo con similares escenarios que simultáneamente se daban en New York con Ramones o en Londres con Sex Pistols, The Clash y Damned, The Saints pasó de ser una banda de R&B enérgico a una de adrenalínico rock & roll, al que le cupo el apelativo de "punk". No se trataba solo de la velocidad de las canciones, sino del clima, de una violencia casi ritual, que se producían en sus shows, lo que llevó a que varios de ellos terminen en gresca o con la policía pudriéndola y suspendiéndolos. Difícil es imaginar que tal desmadre sea generado desde los aullidos de un rubiecito de rulos cuyo único interés sobre el escenario parecía ser evitar que se acabe el cigarrillo que sostenía entre sus dedos mientras cantaba.
El 76 fue el año en el que, con gran visión de época, no se sentaron a esperar que algún sello los vaya a buscar para acordar publicarlos. Crearon su propia "agencia de promoción" (por así decirlo), impulsaron el 76 Club para no tener que lidiar con las negativas de los dueños de boliches y sobre todo su propio sello, Fatal Records. Así, en septimebre de ese año sale a la calle el que sería su primer single: "I'm Steanded", grabado en junio. Aunque la distribución del mismo fue realizada por ellos mismos, de alguna manera una copia llegó a manos y oídos de ese gran difusor de la new wave británica llamado John Peel. Y casi fue la pieza que faltaba para completar, junto a Ramones y Sex Pistols, el sacudón musical que teminó consolidadándose en el 77.


A las oficinas de EMI en Sydney llegaron consultas de la oficina de la compañía en Londres, respecto a ese grupo punk de Brisbane. Y es que la prensa los ignoraba olímpicamente como para que los de EMI Sydney estuvieran al tanto de lo que The Saints generó en Inglaterra con su 7" editado de manera independiente. Fue el primer paso para que la banda firme con un sello importante, lo cual le permitiría grabar su primer LP. Pero como la visión comercial de estos sellos importantes ya comenzaban a ver el fenómeno musical punk como un gran gancho lucrativo, querían construir "Sex Pistols" por todos lados, como si de una criatura del Dr. Frankenstein se tratara. Y con los de Brisbane no resultó. No aceptaron que importe más su imagen que su sonido. A ellos no les importaba qyue se construya alrededor suyo una ficticia fama de vándalos desenfrenados provenientes del sur de Australia o vestirse ropas sostenidas con alfileres de gancho. Su salvajismo estaba en la agresividad de sus guitarras y en la carraspera de Bailey. Y con esas armas lograron, priemro instalarse en Sydney para, al poco tiempo, reubicarse en Londres, donde se conviriteron en una banda más del naciente circuito punk británcio. Etiqueta que nunca se preocuparon demasiado en defender.
En apenas dos días de diciembre del 76 grabaron las canciones que estarían incluidas en su disco debut, también llamado I'm Stranded, el cual sale a la calle en febrero de 1977. 

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