El punk en el Estado de Massachusetts y alrededores
parece no haber terminado de despegar en el periodo 1976 1979, tal vez el de
mayor auge a nivel internacional de esta expresión. Sin embargo, sí nos es
posible toparnos con una prehistoria rica en ejemplos entre 1970 y 1976 y, del
mismo modo, una muy activa escena hardcore punk a partir de comienzos de los
80. La pregunta frente a esto sería ¿Cómo unir ambas etapas integrantes de un
mismo fenómeno sin un nexo potente?
De movida, está claro que sí hubo entre los años 76
y 78 manifestaciones atravesadas por el estallido punk, aunque (como en la
mayoría de las ciudades de EE.UU., exceptuando NYC y la costa oeste) con
dispares niveles de identificación con el mismo.
En esa propuesta uno podía encontrarse con ecos
cercanos al garage o la psicodelia de fines de los 60, al exitoso power pop o
al hardrock de reminiscencias progresivas. Frente a esta paleta de sonidos, la
cuota punk la ponía la actitud o el ejercicio de determinada ética para abrir
circuitos de expresión por fuera de los carriles convencionales
Si hubo en el Estado Massachusetts un grupo que
cooperó a la construcción de la futura expresión punk, fueron los Modern
Lovers. Especialmente en su primera encarnación, que se extendió entre los años
1970 y 1974, pero que recién pudo ver publicadas sus grabaciones (detrás de las
cuales estuvo nada más y nada menos que John Cale) recién en el año 76, cuando
llevaban dos años separados.
Aquel aporte no se basó ni en lo estético ni en lo
escénico. Ni siquiera en la agresividad que se suele mencionar como atributo
del punk rock. Lo de ellxs pasaba más por su exasperante sencillez
(Exacerbación, quizás, de la procedencia universitaria de algunos de sus
miembros), redoblando la apuesta hecha por Velvet Underground. Una suerte de
manifiesto explícito anti parafernalia, esa que llenaba estadios de la mano del
rock progresivo. Y de la que en parte tomaron nota los Talking Heads. Sus
letras eran austeras, minimalistas pero lo suficientemente concretas para sacudir
el tedio de un rock que solo apuntaba a lo efectivo. Por raro o sencillo,
Modern Lovers no pasaba desapercibido.
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Portada del disco que Jonathan Richman & The Modern Lovers publicaron en 1977 |
Con Jonathan Richman como principal brazo ejecutor,
la última formación de la primera etapa incluía también a Ernie Brooks en bajo,
Jerry Harrison en teclados y Bob Turner en batería. Para ese entonces, Richman
ya estaba decidido a darle un cambio de timón al sonido rockero que había
caracterizado los años iniciales de la banda. Estaba emocionado con una música
más suave, tranquila, influenciada en ritmos incorporados durante su estadía en
Bahamas. Y ello derivó en la ruptura de los primeros Modern Lovers. Varios de
sus integrantes originales no quedaron a la deriva de todos modos. Por ejemplo,
Jerry Harrison integraría tiempo
después Talking Heads, y David Robinson (previo fugaz regreso) cofundaría The
Cars. Por su parte John Felice también seguiría su camino, sobre el que nos
referiremos más adelante.
Si hubo primeros, es que hubo segundos. Y es que en
realidad se trató de una reformulación hecha por Jonathan Richman en la que
pudo llevar adelante sus nuevas inquietudes musicales. Los Modern Lovers eran
ahora músicos reclutados para hacer de
soportes de Richman en su nueva etapa. Con Leroy Radcliffe (guitarra), Greg 'Curly' Keranen (bajo) y D Sharpe
(batería) registra en 1977 el álbum Rock 'N' Roll with the Modern Lovers. Podría
decirse que solo el nombre queda de los originales. Con un sonido folk
casi ingenuo, parecía un disco completamente despegado de la rebelión
que decía encarnar el advenimiewnto punk, que tenía en Richman un
singular impulsor.
Aunque el camino que seguiría Jonathan
Richman sería a partir de entonces un faro para el amplio espectro del rock
alternativo estadounidense de la siguiente década, hacia 1977 era aún difícil despegarlo
de la influencia en el contemporáneo fenómeno punk alrededor del mundo.
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