Punk de la noche parisina. 1977
"La
historia del punk rock se ha convertido en un asunto decididamente británico, a
través de sus muchas revisiones, con los Sex Pistols proporcionando su anarquía
en el Reino Unido, junto al emblema principal: la Reina con un alfiler de
gancho atravesando boca.
Cierto es,
también, que los estadounidenses fueron pioneros, con su escena en el venerado
club punk de Nueva York CBGB, donde bandas como Blondie, Television y
The Ramones se subían al escenario desde 1974. Pero el impacto social del punk
británico fue más profundo y sus ramificaciones más duraderas.
Hay, sin
embargo, otra parte esencial de la historia que ha sido olvidada por todos
menos por el conocedor más acérrimo, y esa es la contribución de los franceses.
'¿franceses?'
Mas oui
'El punk rock
hubiese sucedido en el Reino Unido sin Francia', dice Andrew Hussey, director
de cultura francesa y estudios comparativos en la Universidad del Londres
Institute en París.
'Pero sin los
franceses, sin sus grandes ideas, su política y su fanatismo, el punk rock en
el Reino Unido no habría sido más que viejos rockeros con pelo corto'.
Él cree que
la actitud de confrontación y gran parte del pensamiento detrás del punk vino
del otro lado del Canal de la Mancha y no del Atlántico.
'La verdadera
influencia del punk rock francés radica en las ideas, el estilo y la elegancia
despiadada. Nunca produjeron bandas como The Clash o Sex Pistols, pero lo que
hicieron fue introducir la verdadera política en el punk'.
Las raíces de
esas políticas, dice Hussey, se encontraban en un movimiento de intelectuales y
rebeldes que fue conocido como los situacionistas.
Estos
personajes, encabezados por el extraordinario rebelde Guy Debord, estaban
empecinados con la subversión cultural, cambiando el mundo a través del arte y
las ideas.
Disfrutaron
de su momento más notorio al proporcionar el músculo filosófico de las
revueltas de mayo del 68, en Paris, cuando estudiantes y trabajadores salieron
a las calles para enfrentar al Estado.
Era una
revuelta contra la autoridad, el entusiasmo juvenil frente a un status quo
esclerótico, y fue una inspiración directa para el punk."
Imagen de un volante situacionista distruibuido durante mayo de 1968 en París, en el cual se inspiró (entre otras fuentes) el diseñador Jamie Reid para crear la famosa portada del single de Sex Pistols de 1976, God Save the Queen.
"Ahora
divinizado como, posiblemente, el individuo más importante del punk, Malcolm
McLaren, que se convertiría en el manager de Sex Pistols y ayudaría a cimentar
el estilo del punk, era por entonces un influenciable joven rebelde que
buscaba su dirección.
Como buen
francófilo, fue a Francia siguiendo los disturbios y fue seducido por carteles
y consignas situacionistas como: 'Sea realista, exija lo imposible" y
otros que más tarde irían directamente a las letras de Sex Pistols, como
'Vacaciones baratas en la miseria de otras personas' Y 'Sin futuro'.
El
pensamiento situacionista, dijo McLaren, "estaba desangrandose desde París
a Inglaterra", y pronto otros tomarían nota de esto.
Por su parte,
el hombre detrás de la escena punk de Manchester, Tony Wilson, nombró a su club
como The Hacienda después de leerlo en un texto situacionista, mientras que
quien sin duda fue el artista gráfico más importante del punk, Jamie Reid, se
convirtió en un maestro del detournement, volviendo imágenes directamente
contra ellas mismas y transformándolas en Armas
Quizás el ejemplo
más famoso fue su portada para el reconocido single prohibido de Sex Pistols, God
Save the Queen."


Bazooka fue un "comando gráfico", activo principlamente entre 1974 y 1978. A través de sus propias publicaciones primero, como Un Regarde Moderne, Bien Dégagé sur les oreilles o Activité sexuelle: Normale!, y de su colaboración en Libération luego, intentaban sacudir lo más conservador de la sociedad, escandalizando a muchxs que se sentían blanco de sus críticas. Echaron mano a técnic ascomo el collage y el cut -up (o detournement, en término situacionistas), viendose involucrados de lleno con su actividad. De él formaron parte Kiki Picasso, Lulu Larsen, Olivia Clave (que aparecen en la foto de arriba, a la derecha), Loulou Picasso, Jean Rouzaud y Fury.
"Uno de
los productos naturales y, a la vez, uno los grandes males de la vida
occidental, era el aburrimiento, sentimiento compartido por situacionistas y
punks.
Eric Debris,
de la banda parisina Metal Urbain dijo: 'Todo era blanco y negro, la televisión
estaba en blanco y negro, las calles estaban en blanco y negro.
La vida
cotidiana era extremadamente aburrida, sentías que la gente necesitaba un empujón
para que se sintieran vivos. La idea era raspar la olla y ver lo que había y,
por supuesto, la gente en Inglaterra estaba haciendo lo mismo'.
En Nueva
York, los proto-punks de EE.UU. buscaban también inspiración gala.
La 'madrina'
punk estadounidense, Patti Smith, Estaba obsesionada con el escritor francés
Jean Genet y el poeta Arthur Rimbaud, mientras que el guitarrista Thomas Miller
se convirtió en Tom Verlaine (en honor del poeta Paul Verlaine, amante de
Rimbaud) y montó la banda Television con Richard Hell. El pelo y las ropas
desgarradas se convirtieron en un look influyente, siendo a la vez una
reverencia hacia los poetas de fin de siglo.
Pero no era
sólo una historia de influencias, solamente. La propia escena punk de Francia
estaba tomando forma, un poco antes que en el Reino Unido.
Bandas
francesas como Metal Urbain y Stinky Toys comenzaron a actuar en 1975 y pronto
le siguieron artistas como Marie et les Garcons, Asphalt Jungle y Gazoline.
El primer
festival punk de Europa tuvo lugar en Mont-de-Marsan, Aquitania en 1976, y fue
organizado por Marc Zermati.
Marc Zermati, dueño del sello Skydog, de la disquería Open Market y organizador del autodenomiando "primer Festival Punk Europeo de Mont-de-Marsan" en 1976.
"Zermati
dijo que los franceses se sentían cerca de la escena estadounidense: 'El
verdadero movimiento punk empezó en Nueva York y llegó a París antes que al
Reino Unido porque estábamos realmente conectados con Nueva York ... fue
emocionante porque pensábamos que estábamos conspirando contra el
establishment.'
Cuenta que
fue en su tienda de discos en Les Halles, París, donde persuadió a McLaren de
llamar al movimiento punk en lugar de New Wave, denominación que McLaren
prefería por su referencia al movimiento francés 'Nouvelle Vague' de los años
60.
Las bandas
francesas no eran exactamente iguales a las mejores de sus homólogas
extranjeras, lo cual quizás explica por qué su contribución ha sido en gran
parte olvidada.
Pero
significaron un gran paso adelante para la música popular en el país.
Los Estados
Unidos y el Reino Unido habían sido los líderes del paquete musical desde el
nacimiento del rock and roll, mientras que Francia se quedó muy atrás,
proporcionando sombrías refritos de sucesivos movimientos musicales mucho
después de que esas escenas se habían convertido en pasado en su tierra natal.
Con el punk,
por primera vez, los grupos franceses se metieron de lleno en la cuestión desde
el principio, indiferentes y, a la vez, profundamente comprometidos con
la causa.
La cantante
de Stinky Toys, Elli Medeiros, dijo que era una escena muy unida y fuerte.
'Todo tenía
tanta energía, como si estuvieras gritando todo el tiempo', dijo.
'Era un poco
como imaginabas que debía haber sido en los años 30 o 50, no en la música, sino
en aquellos momentos en los que realmente hubo un movimiento donde todos se
conocían y siempre estaban juntos. Así fue en el 75 Y el 76. Era como un mundo
aparte. Tenías a París y luego tenías 'nuestro' París. Nuestra música y nuestra
moda, nuestro propio mundo dentro de la ciudad'.
Ahora el
extraordinario rebelde Guy Debord ha sido proclamado un 'tesoro nacional' por
el estado francés, y, aparte del hip-hop, la música rara vez es el vehículo de
rebelión que ciertamente fue entonces.
Remi Pepin,
cuyo libro Rebelles examina el punk francés, dijo: 'La idea era crear
cosas fuera del caos. Definitivamente formábamos parte de una revolución.
Estábamos en contra, ese era el punto'."
Texto para The Guardian de Geoff Bird, productor del programa
Marie-France, Patrick Eudeline y Alain Pacadis. Caras recurrentes del inicial punk parisino.
"El movimiento punk existía en París
antes de la explosión en Londres de 1976: Durante 1972 en la revista Rock &
Folk, Yves Adrien firmaba su sección 'trash' bajo el pseudónimo de Eve 'Sweet
Punk' Adrien. Estaban inspirados en los artículos de Lester Bangs, de la
revista estadounidense Creem, y Nick Kent, del NME inglés. Su estilo, subjetivo,
prejuicioso y a veces cargado de mala fe, se caracterizaba por ser una reacción
contra el movimiento hippie. Firmarán su manifiesto en el Rock & Folk No.
72, de enero de 1973, titulado 'Yo canto rock eléctrico', 'para aquellos que
aman el rock violento, efímero y salvajemente adolescente'. 'Los adolescentes
prefieren el rock bubblegum al marxismo, los divierte... la aventura izquierdista
no es, dentro del concepto eléctrico / musical que nos incumbe, más importante
que la moda del twist o de los zapatos de plataforma'. Sus héroes no eran los
Grateful Dead o Génesis, pero si los Stooges, los Flaming Groovies, Kim Fowley
o los New York Dolls. Por su parte, Marc Zermati abrió en Les Halles, el Open
Market junto a Jacques Dauty, (…) primera en Rue du Roule, luego en Rue des
Lombardos, donde vendía discos de estos grupos. ¡No era recomendable llegar y
pedir lo último de Yes o Genesis!
Luego, Yves Adrien tuvo discípulos como
Patrick Eudeline, quien por entonces comenzaba como crítico de rock en la
revista en Best, o
Alain Pacadis con su columna semanal 'White Flash' en Libé. En el 73, los New
York Dolls asolaron París con dos conciertos en el Olympia y una fiesta
en lo de Serge Kruger, que duró 5 días.
En 1975, Michel Esteban, de regreso de
Nueva York, funda Rock
News, con Lizzy Mercier, una revista enteramente consagrada al movimiento
Punk que comenzaba a asomar, especialmente en Inglaterra y Nueva York, con
Patti Smith, Television, Richard Hell, Mink DeVille etc. Su tienda donde se
vendían remeras de rock, Harry Cover, en la Rue des Halles, más tarde se
convirtió en el lugar de encuentro de las primeras bandas de punk de París, con
una habitación en el sótano que serviría de sala de ensayo.”
Tres punkettes parisinas: Caroline Grosos, Janie Jones (Cuyo nombre real era Anne Symour, quien trabajaba en la tienda Harry Cover) y Miss Odile (del Contingent Anonyme)
También de regreso Nueva York después de
la separación de su grupo Flaming Youth, Elodie Lauten, la primera musa de
parisina del punk, formó un grupo con Janco y con los hermanos Boullanger y dio
algunos conciertos antes de retornar, disgustada, a nueva York, donde se
convirtió en una compositora de música contemporánea reconocida.
Alain Pacadis, Jacno (luego fundador de Stinky Toys) y Elodie Lauten, tres de los principales mentores de la temprana escena punk francesa, posando junto a la Torre Eiffel en 1975.
Durante el verano del 76, gracias a Marc
Zermati, se llevó a cabo el primer festival de punk de Mont-de-Marsan, con,
entre otros, Eddie and the Hot Rods y, del lado francés, Shakin'Street, Kalfon
Rock Chaud, Bijou y Little Bob Story.
En septiembre de 1976, Pierre Benain
organiza el primer (y último) de los conciertos de Sex Pistols en París, en el
Chalet du Lac del Bois de Vincennes. Fue en ese momento que la explosión se
produce: El 77 fue realmente el año del punk con, por ejemplo, aquel
festival en el Palais des
Glaces, donde se pudo ver a The Clash, Damned, The Jam, Generation X, y por
el cual Yves Adrien dejó su largo exilio de Verneuil donde no escuchaba más que
Sinatra. Al mismo tiempo, aparecieron muchos grupos punk parisinos, algunos de
los cuales estaban en gestación desde hacía bastante tiempo: Stinky Toys,
Asphalt Jungle (el grupo de Patrick Eudeline) Angel Face, Metal Urbain, Loose
Heart... Estos grupos celebraron un mini-festival en el teatro Mouffetard.
Ese año, había fiestas todas las noches, o
casi todas, en lugares sórdidos o que eran organizadas por niños
multimillonarios que querían 'hacerse los punks'. Incluso tuvimos la
oportunidad de tener una fiesta punk en el Régine, del bulevar de Montparnasse
(Varios punkies llegaron en gran número, pero no pudieron entrar) (…) La
mayor parte de los primeros punks eran muy amables, sensibles, delicados, a
menudo tímidos, lo cual contrastaba con la violencia de su música y sus
letras."
(…)
Fuente: www.paris70.free.fr/punks.htm
Afiche promocional del autodenominado "Primer Festival Punk Europeo" en Mont-de-Marsan, Francia, durante agosto de 1976. Aún incluye a The Mirrors, una banda armada para la ocasión, que incluía a Richard Hell (Que no fue) y a Nick Lowe. También comete el error de citar a Gorillas como escoceses, cuando eran originales de Hammersmith, Londres.
"MONT-DE-MARSAN (año 1)
El festival es un productod e Marc Zermati, director de Skydog (sello independiente francés especialista en piratear grabaciones hechas en directo). Lo conocí en 1974, en casa de Gui Senghor, hijo del presidente de Senegal. Marc tiene un negocio en la rue des Lombardes, en París, donde pueden consegurise todos los fanzines de rock publicados en cualquier lugar del mundo y discos simples de oldies inhallabales. Nunca supe si su origen es italiano o argelino, pero reúne la picardía de los primeros y la visión del absurdo de los segundos. Es, además, infatigable. Solo puedo atribuir a su tendencia a no ir directamente al centro del problema que se haya perdido a Sex Pistols de su festival. Quizás tiene presiones municipales, o quizás tiene que elegir entre ellos y Eddie & The Hot Rods, mortalmente enemistados desde que compartieron una velada en el Marquee, de Londres. Sex Pistols les ha copiado el sentido del nombre (hot rods es otra manera slang de llamar al sexo masculino), arrebatado la supremacía del movimiento y arrojado sillas mientras ellos actuaban.
Lo cierto es que el 20 de agosto de 1976, sólo 20 músicos, managers, periodistas, gente de las compañías discográficas y unos 150 kilos de equipos llegan en autobús prvenientes de Victoria Station a Mont-de-Marsan, un pueblo en el sur de Francia, a unos setenta kilómetros de Burdeos, no muy lejos de la frontera con España. Es difícil ubicarlo en los mapas, pero por haber agrupado por primera vez a una decena de grupos punks y no punk, los jóvenes lo consideran una referencia histórica.
La típica placita del centro no se puebal de camperas de cuero, cabellos anaranjados ni hay huellas de sangre. Tampoco pasan muchos ni los más representativos grupos por su 'desorganización'. Si algunos recordarán el encuentro, además e los 800 o 1000 jóvenes que convergen sobre el lugar y los periodistas obligados a citar ese primer festival, son los dueños de los hoteles. Por primera vez en la historia del pueblo están los tres completos al mismo tiempo y con jóvenes durmiendo hasta en los pasillos y salas de recepción. Las guardias del hospital también recordarán el evento: deben atender dos docenas de sobredosis (...) No es clima de paranoia, sino de anfetaminas el que domina escnearios, butacas y ambientes en Mont-de-Marsan."
Marc Zermati
"Al igual que Sex Pistols, tampoco llegan al lugar Richard Hell, Talking Head, Graham Parker & The Rumour y otras atracciones internacionales anunciadas. Del autobús inglés solo descienden Eddie & The Hot Rods, The Pink Fairies, Roogalator, The Tyler Gnag, The Damned, Nick Lowe. En París, Zermati recluta algunos grupos desconocidos para demostrar que la fiebre punk no es un fenómenos inglés exclusivo. Trae a Il Baritz, Kalfont Rockchaud, Bijou, Shakin' Street, Little Bob Dtory y Pashion Force.
El sonido francés que inaugura el festival se escucha solemne, incogruente e inofensivo como las papas fritas que el público va a cmoer en la cantina mientras ellos tocan. Il Baritz demuestra ser un grupo trabajador, pero de baja inspiración y aún volcado a la tradición Rolling de querer seducir al segundo o tercer acorde. Kalfont Rockchaud, con un cantante de pantalón lila y cintas negras atadas en las rodillas, solo festeja las bromas de un actor de treinta y ocho años (Pierre Kalfont), que aún sueña con verse impreso en las páginas de Salut les Copains (Revista pop que lanzó a Johnny Halliday y su generación, ¿1963?). Bijou, tres caballeros vestidos en correcto blanco y negro, parece una banda de las que se contratan para amenizar cumpleaños. Pese a que en esa época ya hay dos grupos de punk rock producidos en París (Stinky Toys y Asphalt Jungle, inexplicablemente ausentes), de momento es cero al punk francés. (...)
Como saldo, el primer festival de Mont-de-Marsan fija varios puntos a tener en cuenta: el punk rock no nace para ser tocado a la intemperie, en espacios abiertos ni a la luz del sol, ni al aire puro que todavía puede respirarse en algunas apacibles ciudades mediterráneas. Tampoco sirve para grandes confrontaciones previstas para públicos masivos que llegan a consumir una inyección de punkitud durante un fin de semana. Sino..."
Juan Carlos Kreimer, Punk, la muerte jóven.
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