miércoles, 13 de mayo de 2015

Johnny Cash

Difícil de ubicar en una década y de encontrar un único y valedero motivo que relaciones a Johnny Cash con el punk.
Nacido en Kingsland, Arkansas, en 1932, su carrera estuvo mayormente vinculada al country. Pero en los 50 se codeó con los primeros rockers, con los que compartió escenario y hasta se permitió él mismo coquetear con el género y sus derivados, como el rockabilly.
Para muchos, la actitud de Johnny sobre y bajo el escenario es la del arquetípico rocker desalineado y poco afecto a las palmadas en el hombro, que va por el camino errado de la autodestrucción. Es cierto, alcohol, drogas y otras cuestiones han atormentado la existencia de Cash al punto de llevarlo a prisión siete veces entre 1965 y 1967. 
Sean su matrimonio con June Carter o su acercamiento a la religión, Johnny dejó las dorgas y el alcohol antes de que acaben con su vida. Pero de esta época de supuesta "redención" previenen dos de sus discos más emblematicos, realizados en prisiones. Esas que conoció bien por dentro. Era algo que venía haciendo desde fines de los 50, pero los albumes At Folsom Prison (1968) y At San Quentin (1969), frente a una audiencia que podía entender mucho de aquellos dramas de los cantaba Johnny, hablan de una particular postura personal.
En efecto, Johnny Cash fue referente de esa música conservadora de los rednecks sureños, el country. Pero fue él también quien, a fines de los 50, grabó canciones para juntar fondos en solidaridad con las poblaciones originarias de los EE.UU. que aún sufrían las consecuencias sanguinarias de la colonización.
Tal vez por manifestaciones como estas, Johnny Cash trasciende décadas, escenas, estilo y géneros. Y más de un punk que alguna vez coqueteó con el rockabilly -como un tal Joe Strummer- le rindieron pleitecía.



Fuentes:  http://www.popmatters.com/feature/030915-cash2/
http://punkoutlaw.com/po09/2012/09/here-is-why-punks-love-johnny-cash/

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