Punk
y rareza suelen pensarse como cuestiones análogas. La cosa es saber qué
consideramos raro. Dennis Duck puede entrar tranquilamente dentro de
esta definición y quizás no resulte casual que volvamos a remitirnos a
esa usina de extrañas producciones llamada Los Angeles Free Music
Society. Claro que Dennis Duck no es punk, pero son piezas necesarias de
aquel ropecabezas musical que fue 1977.
Antes de ese año, Dennis Duck (Dennis Mehaffey de nacimiento)
había tocado la batería en una agrupación del L.A.F.M.S. llamada
Doo-Dooettes. Cuando se lanza al ruedo solo, lo hace con todo. Empleando
técnicas de turntatblism (manipular la rotación tradicional de
los vinilos, buscando modificar la información de su normal
reproducción) y tomando fragmentos de grabaciones previas, con las que
se inventa una nueva con un sentido diferente al original (Lo que años
después se conocería como Plunderphonics). Es
difícil decir que Duck inventó estas formas de combinar audios, porque
pueden ser rastreadas en algunas grabaciones de los fabulosos The
Residents (Asentados en San Francisco por entonces), pero de seguro se
trató de una de las primeras y más audaces incursiones en este terreno.
Se nutre de discos de 78, 45, 33 y 16 rpm y aunque parezca todo azaroso y
casual, jugando con la púa y las bandejas, cierto sentido del humor que
se desprende de esta cinta permite inferir que hay una búsqueda.
A comienzos de los 80, Dennis Duck formó parte de la banda de rock alternativo Dream Syndicate. De todos modos, sus ruidos son necesario rescatarlo como exponenet de ese 1977 desde aquello que algunxs se han empecinado en llamar Avant-garde.
Fuente: http://dieordiy2.blogspot.com.ar/2014/06/dennis-duck-dennis-duck-goes-disco-los.html
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