A mediados de los 70, California empezaba a vislumbrar la llegada de una nueva camanda musical que si bien tenía un oído puesto en quienes lxs precedieron, se caracterizaron por dar forma propio a ese egendro expresivo. Para muchxs, de eso se trató el punk entre el 76 y el 77.
Así y todo, no era sencillo disernir entre lo completamente novedoso y las bandas que aprovechando el entusiasmo del punk intentaron conseguir la atención negada durante los años previos.
El glam rock dominaba gran parte de la escena, junto a algunas cosas más under como el emergente power pop. Pero a su vez productos prediseñaos como las Runaways de Kim Fowley, movían el avispero.
En ese marco, nos topamos con una suerte de decadentes glam, en la línea New York Dolls, pero que envez de pasearse con tacones por Manhattan lo hacían por Sunset Boulevard. Se llamaban Chiansaw.
Es seguramente en esa mezcla de canciones sobre lo intrascendente, lo absurdo, hechas con un amateurismo sin culpas donde reside lo que convierte a Chainsaw en un eslabón perdido entre el glam y el punk de California.
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