sábado, 27 de febrero de 2016

Wreckless Eric (1977)

Cuando intentábamos desmenuzar el camino de bandas que metimos en la gran bolsa del fake punk, hicimos hincapiá en el interés de éstas por ajustarse a ciertos parámetros que la actitud punk parecía reclamar para formar parte de ella, durante aquel crucial 1977 . Eran como una serie de mandamientos cuyo cumplimiento aseguraban a la vista de extraños "ser parte de".
Pero a la distancia temporal, puede apreciarse que el pequeño o gran universo que conformaba "lo punk" (en este caso puntual en el Reino Unido) estaba integrado por muchísimos más matices que los que pudiera encerrar cualquier tipo de norma implícita o explícita.
Esto hacía que en ese año, casi cualquier número que retomara o redobalara la energía de los transgresores de la música pop desde fines de los 50 queden inmersos dentro de la amplia paleta de opciones que presentaba por entonces el punk o la new wave.
Precisamente fue ésta última etiqueta dentro de la que mejor se movió un músico forjado, como tantxs otrxs, en el periodo transicional entre el Pub Rock y el Punk. Nos referimos a Wreckless Eric.
Nacido en 1954 en East Sussex, Inglaterra, bajo el nombre de Eric Goulden, como muchos chicxs de su generación, su interés por la música se consolidó a partir de The Beatles y The Rolling Stones. Según él mismo cuenta, fue alrededor de los nueve años que escribió sus primeras canciones, las cuales le avergonzaba mostrar. Hasta que cierto día su madre descubrió esas letras y se las mostró a la tía de Eric, quien le insistió en que las hiciera públicas. Aunque sin demasiada convicción al principio, Eric fue poco a poco involucrándose más en la música y ampliando sus gustos. De un incial periodo mod con Small Faces, The Kinks, The Who y los australianos Easybeats, pasó a los Pink Floyd de Barrett, Jimi Hendrix y los primeros disco de Led Zeppelin. Pero pronto lo aburrieron. De todas maneras, la banda que más lo marcó en esos primeros años fueron los Pretty Things. Pero a la par de sus influencias rockeras, Eric comenzó a involucrarse con el jazz, sobre todo tras adquirir The Art Of The Improvisers de Ornette Coleman, disco que asegura con ironía "le causó un daño permanente".
Los años setenta afianzaron su relación con la música. Durante la primera parte de esa década estudió arte en Hull, en el Noreste de Inglaterra. Allí comenzaron sus experiencias como miembros de grupos musicales. Pese a las tradicionales reprobaciones y rechazos del comienzo, pronto empezaron a tener buena recpeción con sus efímeros proyectos, tocando en pubs de la zona. Si bien esa etapa contribuyó a que Eric le agarre el gusto a los escenarios, no estaba del todo seguro de que sea ese el camino a seguir.
Tenía una novia en Londres, que lo pinchaba para que pruebe suerte en la capital, en plena ebullición del Pub Rock. Ella creía que había un lugar para Eric allí. Por lo pronto, el se conformaba con ver a algunos grupos que admiraba como Graham Parker, Nick Lowe o Kilburn and The High Roads, sin imaginar que pronto estaría trabajando junto a ellos.
Se trataba de una etapa de desgaste para el Pub Rock, y a su vez transicional hacia otra cosa que aún no estaba del todo clara. Eric, mientras tanto, grababa en algunas cintas aquellas canciones que iba craneando, y a su vez mantiene charlas con algunos referentes de la escena como Ian Dury, con quien intercambia ideas en cuanto a la composición.
Cuando en 1976 aparece el sello Stiff Records, Eric Goulden toma envión y prueba suerte con algunas de sus cintas, que caen en mano del productor Nick Lowe. Una de esas canciones era "Whole Wide World" y en el mes de abril de 1977 ya estaba formando parte del primer compilado promocional del sello llamado A Bunch of Stiff Records, donde debuta bajo el nombre de Wreckless Eric. En ese disco también aparecen otras figuras residuales del Pub Rock como Elvis Costello, Graham Parker, Tyal Gang o el propio Lowe o nuevas como Motörhead.
De la grabación de la canción, además obviamente de Wreckless Eric, participan Steve Goulding en batería y Nick Lowe en guitarra y bajo.
El punk estaba en plena ebullició y la actitude Wreckless Eric encajaba. Aquel dubitativo jóven había dado lugar a un frontman que desplegaba en el escenario toda una batería de gestual propia de un bufón new wave, agresivo, borracho la mayoría de las veces y carismático. 
"Whole Wide World" había sido escrita en mayo de 1974 y lejos de cualquier crítica social, proclama nihilista o temática en torno a peliculas de ciencia ficción, la canción encontró su lugar en la atmósfera punk con su tirmo cansino por sacar a la luz aquellxs otros sentimientos de desesperanza que acompañaban a cualquier adolescente, en este caso en torno a ese amor platónico que no se encuentra a pesar de recorrer el mundo entero y que lo hacen a unxs retornar al punto cero de la soledad. Esto que parecía ser una cursilería atroz, sin embargo, fue reinterpretado (y coreado) como una descipción más de la derrota permanente que lxs punks acarreaban consigo. La manera en que Wreckless Eric la cantaba, era clave para que esto ocurriera.


Esto también lo convirtió en parte de una camada como la de Ian Dury, Elvis Costello, mas adelante Joe Jackson y Billy Bragg, que se destacó por su particular manera de retratar aquella época, con aguda y filosa ironía las vicisitudes de la rutinaria vida media de los británicos. Adolescentes y no tanto.
En octubre de 1977 Stiff Records lanza "Whole Wide World"como single, y aunque nunca tuvo un lugar de privilegio en los rankings, ocupó un espacio importante entre los himnos de aquel año.
El lado B fue otra gran canción llamada "Semaphore Signals", producida por Ian Dury, quien también tocó la batería en la grabación.

Un no identificado artículo periodístico aparecido durante 1977 decía:

"Esta pequeña joya apareció en el recopilatorio 'Bunch of Stiffs’ y originalmente un montón de gente pensó que el joven Eric era sólo un producto de la imaginación de Nick Lowe, pero no, el hombre, de hecho, existe y fotos recientes revelan que no se ve tan peligroso y maníaco como parece en la foto del sobre interno del disco donde se lo describe lo más minimalistamente posible, con esos tonos que atacan agradables y sensuales bajo la complementaria producción de Lowe, lo cual parece suficiente para esperar que el DJ que hizo de ‘Roadrunner’ un hit haga lo mismo con esto. La otra canción, ‘Semaphore lights’ es excelente también. ¡Ey! ¿Saben qué? Este tipo podría convertirse en una estrella."


Fuente: www.punk77.co.uk

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