Dentro de la
misma línea en la que incluiamos a Squeeze, podemos situar a los ya mencionados
en otras reseñas, Ultravox!. Sus inicios los hallamos en 1973 con el grupo
glam arty Tiger Lilly. Velvet underground vuelve a ser un elemento amalgamador,
pero también artistas de la talla de Bowie o los Roxy Music con Brian Eno figuran entre sus inspiraciones.
Su cantante
Dennis Leigh, un estudiante de arte, era quien más intenciones tenía de
convertir su proyecto musical (que si bien no constaba de él solo, encontraba
en su persona su principal motor) en una experiencia artística completa, dentro
del cual la música era una parte importante pero no exclusiva. Tras editar su
primer single en 1975, cambian de nombre hasta dar con el defintivo Ultravox!,
(Signo de admiración que identificó los primeros del grupo, en un guiño al de
los alemanes krautrock de Neu!) que coincide con la chance de firmar un
contrato con el sello Island, el mismo de Roxy Music. La idea de ser sus
herederos se mantenía firme, mucho más cuando surge la posibilidad de que los
produzca el mismísimo Brian Eno, muy activo dentro de la New Wave a ambos lados
del océano por entonces.
Los
integrantes de Ultravox! También cambian sus nombres, y así, Chris St. John
pasa a ser Chris Cross, Billy Curry se
convierte en Billy Currie y Dennis Leigh adopta el pseudónimo de John Foxx.
En el 77
editan un par de singles y su disco homónimo que ya dejaba entrever en piezas
como “My Sex” la manera en que sus influencias krautrock decantarían en el
perfil synth pop que distinguiría a Ultravox en los años siguientes. Pero a la
vez, estas incursiones “tecnológicas” aún no tenían buena recepción en la
temprana escena punk rock, más allá de que la banda se haya largado al ruedo
con el punk como bandera, algo que a la vez negaría. Parece que quedaba bien
usar las herramientas del punk, pero negar pertenecer a él. Tal vez era una
forma de mostrar lo endeble de aquella primera escena, en cuanto a encerrarla en definciones estrictas.
A mediados de
año, graban los temas del que sería su segundo álbum editado por Island, Ha Ha
Ha, en el cual temas como "Hiroshima Mon Amour" repiten la fórmula
en cuanto al uso de sintetizadores y teclados. La recepción del disco, que se
lanza en octubre, vuelve a ser fría.
Pero esa mezcla
de actitud punk y tecnología, iba a ser lo que les abriría la puerta a su
siguiente etapa.
“Cuanto más mos metimos con los sintetizadores, más nos entusiasmamos y emocionamos por las posibilidades que nos brindaba. Era como arrancar con una guitarra eléctrica, sólo que más impresionante y compleja. Ha! Ha! Ha! marcó nuestro primer experimento real con instrumentos totalmente electrónicos a través de la incorporación de sintetizadores y una caja de ritmos.”
Warren Cann
(Baterista de Ultravox) – “Ultravox, The Story”. Jonas Warstad
Fuente: www.punk77.co.uk
Fuente: www.punk77.co.uk
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