Ejemplo de las furiosas y un tanto efímeras apariciones que parió el punk rock británico durante el año 1977, nos topamos con un grupo oriundo de Cardiff, Gales, llamado The Table.
En abril de 1977, editan a través del sello Virgin su primer single, “Do The Standing Still”. Originalmente llamados The Jockeys, fue la Compañía la que les sugirió el cambio de nombre.
Sin duda se trata de un grupo pionero del punk galés, con un sonido que aún muestra reminiscencias –al menos en el tema que encabeza su single debut- de guitarras psicodélicas, en la tradición de The Deviants. Tal vez “lo punk" –aún no tan definido- de The Table, estaba en sus letras evasivas, con aire a historieta grotesca.
Pero a decir verdad, The Table existían desde un par de años antes. Como capricho de dos amigos, Tony Barnes y Russell Young, quienes se juntaban a hacer grabaciones caseras y enviarlas a las compañías, para luego reírse de los argumentos por los cuales las rechazaban. Entre ellas estaba “Do The Standing Still”. Cuando el punk empezó a asomar, Virgin revisó todas esa pila de material descartable y los contactó. Pero ya habían quedado un tanto desfasados del perfil más agresivo que el punk iría tomando en adelante. Si a eso le suman que pronto el sello ficharía a Sex Pistols y XTC, el interés por The Table, se esfumó rápidamente. Así que se pasaron a un sello más vinculado a los orígenes del punk: Chiswick Records, por el cual editaron un single más al año siguiente.
En abril de 1977, editan a través del sello Virgin su primer single, “Do The Standing Still”. Originalmente llamados The Jockeys, fue la Compañía la que les sugirió el cambio de nombre.
Sin duda se trata de un grupo pionero del punk galés, con un sonido que aún muestra reminiscencias –al menos en el tema que encabeza su single debut- de guitarras psicodélicas, en la tradición de The Deviants. Tal vez “lo punk" –aún no tan definido- de The Table, estaba en sus letras evasivas, con aire a historieta grotesca.
Pero a decir verdad, The Table existían desde un par de años antes. Como capricho de dos amigos, Tony Barnes y Russell Young, quienes se juntaban a hacer grabaciones caseras y enviarlas a las compañías, para luego reírse de los argumentos por los cuales las rechazaban. Entre ellas estaba “Do The Standing Still”. Cuando el punk empezó a asomar, Virgin revisó todas esa pila de material descartable y los contactó. Pero ya habían quedado un tanto desfasados del perfil más agresivo que el punk iría tomando en adelante. Si a eso le suman que pronto el sello ficharía a Sex Pistols y XTC, el interés por The Table, se esfumó rápidamente. Así que se pasaron a un sello más vinculado a los orígenes del punk: Chiswick Records, por el cual editaron un single más al año siguiente.
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