El camino alternativo que Rick Rivets siguió tras The Brats, se consolidó con un nuevo proyecto que estuvo acompañado también de un cambio radical en la imagen. Pero esto no debía ser un tema singular para un ex-New York Doll.
Corpse Grinders (el conjunto en custión) no se si cumple con las reglas de originalidad y
pericia necesarias para ser consideradas un recontra banda que les posibilite entrar en el Rock & Roll Hall of Fame, pero al menos uno
encuentra hoy una foto de ellos y se topa con una banda de desquisiados
lookeados como en una película de terror de bajo presupuesto, cargando
instrumentos como motosierras dispuestos a espentar a cualquier público desprevenido. Y como los "salones de la fama" (de lo que sea) me importan nada, me quedo siempre con estos grupos desubicados. Esa
mezcla lúdica entre el divertimento que en algún momento caracterizó al rock
and roll y la imaginación disparada por lo fantástico, o sea un recurso viejo pero olvidado, hacía de aquella generación algo emocionante de atestiguar.
La trayectoria de Corpse Grinders la tenemos que ligar encesariamente
otra vez con los New York Dolls.
Hacía poco que Arthur Killer Kane se había alejado
de los Dolls y tuvo una veloz experiencia (a la que hemos hecho referencia aquí), llamada Killer Kane Band, con Balckie
Lawless que luego formaría W.A.S.P.. Pero tras ello, Arthur se cruza
con su viejo amigo de la infancia, semilla primigenia de los NewYork Dolls, Rick
Rivets, quien también se había alejado de su banda post Dolls, The Brats. Bueno,
Rivets, se había ido de los Dolls en el 72. Ambos deciden unir fuerzas en un
nuevo proyecto. Al cual suman a Stu Wylder en harmónica y voz y Jimmy Chris en
batería. The Corpse Grinders habían nacido. Banda siniestra en aspecto y
temáticas, debutaron en octubre del 1977 en un programa de cable de Manhattan
con dos temas: “Take What I Can” y “Bulldog”. Hicieron playback. El debut en
vivo fue la noche de Hallloween de ese año en el Great Gildersleeves de NYC. A
partir de entonces se presentaron en numerosas ocasiones no solo en los
tradicionales clubes del circuito neoyorquino, sino también en los de los
alrededores. De aquel año 77 quedaron algunas piezas grabadas de esta banda que
podía salir al escenario lookeada como verdaderos zombies pertenecientes a
algún tipo de secta autoritaria y criminal. Pronto se hicieron de un fiel séquito de seguidores, que incluía firmemente a los miembros de Dead Boys. De hecho, en 1978, los Corpse Grinders fueron la única banda que se presentó las dos jornadas destinadas al festival benéfico que la comunidad del CBGB's organizó para costear los gastos de atención médica del baterista de los Dead Boys, Johnny Blitz, quien había sido apuñalado en el East Village.
Esta encarnación de los Corpse Grinders duró hasta fines del 78, principios del 79. Luego hubo intentos de resucitar la cosa. Pero más allá de ello, queda claro que se trató de una de las herencias más raras y poco exploradas de la ruptura de los New York Dolls.
Fuente: facebook.com/corpsegrinders
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