jueves, 28 de septiembre de 2017

Megas & Spilverk Þjóðanna (Reykjavík, Islandia, 1977)

Siguiendo nuestro recorrido por los países nórdicos, notamos tanto las diferencias como aquellos elementos culturales que los unen. Tal vez junto a Finlandia, Islandia sea el más singular de los países nórdicos. Su condición de isla parece afianzar su necesidad de diferenciarse no solo de las naciones escandinavas (cosa que no puede lograr), sino incluso del resto de Europa. 
Las modas, los estilos musicales del continente no le fueron ajena a esta pequeña isla, aunque sin duda todo allí estuvo intermediado por el tamiz de las tradiciones locales. Por ello, aquellxs pocos que se atrevieron a traspasar esas reglas explícitas, sin desecharlas del todo, se han ganado la reputación de pioneros, no sin antes lidiar con ciertos obstáculos.
Entre estos nombres sobre sale el de Megas, nacido el 7 de abril de 1945 en Reikiavik bajo el nombre de Magnús Þór Jónsson. 
En los 50, la gran ola del rock and roll llegó a sus oídos vía Elvis Presley y le encantó. Quiso aprender música para emular a esos lejanos provocadores. Pero ya tenían un camino preestablecido para él que incluía la escuela de gramática. De algún modo se abrió un camino dentro del arte, aunque aún lejos del rock and roll, estudiando piano y pintura. Las escuelas de arte, como en el Reino Unido, eran muchas veces pantallas para algunxs inconformistas. Descubrió a Bob Dylan y los bailes sensuales de Elvis dieron lugar a la escritura y al folk. A fines de los 60 publicó sus partituras y algunos cuentos cortos. La música pop de la época le fueron abriendo nuevos panoramas expresivos. Entre ellos las pinturas de época de Ray Davies de The Kinks y las proclamas liberadoras de Bob Marley, con quien lo unía la idea de retratar la vida de una isla. A ello, se le suma el ambiente de activismo universitario del que formaba parte, siempre dentro de los círculos de izquierda, por entonces los únicos privilegiados que podían disfruta de sus actuaciones. Pero a comienzos de los 70, un grupo de estudiantes islandeses en Oslo, Noruega, decidieron financiar la publicación del primer álbum de Magnus, quien desde entonces adoptó el seudónimo de Megas. 
Su poesía no era complaciente ni buscaba fans. Se metía con gran parte de los pilares de la tradición islandesa, la desacralizaba para devolverle cierta rebeldía. Aquello no podía tener inmediatas buenas recepciones, pero sin embargo le generó ganarse un grupo de seguidores rebeldes que fueron marcando su carrera a lo largo de la década. A partir de 1975, Megas deja el folk –no muy redituable- y se vuelca al hard rock eléctrico con el grupo Judas. Sus canciones burlonas del legado cultural islandés parecieron encajar más en ese formato.
Y mucho más cuando empieza a surgir una corriente musical que tenía a la desacralización y la provocación como gran parte de su combustible. Era el punk.
En 1977 se une a un reconocido grupo local de folk rock llamado Spilverk þjóðanna y juntos publican el que es considerado el mejor y más importante álbum de rock de Islandia: Á bleikum náttkjólum. Para muchos la actitud y sonido de algunas de las canciones incluidas, las ubica entre las primeras piezas punk de Islandia, donde difícilmente se pueda hablar de protopunk.
A fines de los 70, Megas se retira y, entre otras cosas, trabaja en el puerto y estudia bellas artes. A mediados de los 80, regresa a la música junto a la banda KUKL, donde cantaba una chica llamada Björk, con quien volverá a trabajar a comienzos de los 90.


Fuente:
https://es.wikipedia.org/wiki/Megas
http://vinyllinn.is/a-bleikum-nattkjolum/

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