domingo, 19 de febrero de 2017

Stinky Toys (París, Francia, 1977) Pt. II


"La cohorte inicial de punks franceses se desarrolló mientras asistían a las fiestas que se celebraban en la casa parisina de Elodie Lauten. Lauten, un personaje habitual de la escena artística de fines de los 60, estaba inmerso dentro del mundo artístico y musical de Nueva York. Reunió jóvenes artistas (músicos, actores y cineastas) que compartían una fascinación por varios de los movimientos culturales emergentes en los 70, especialmente el punk. Como estudiante de cine, Lauten se mudó a Nueva York y comenzó a involucrarse con la escena musical local, formando una banda. Los inicios de los 70 fueron un periodo particularmente rico en lo musical en dicha ciudad, y grupos tales como Patti Smith Group y New York Dolls eran activos e influyentes. Cuando ella retornó a Paris en 1974, Lauten compartió sus historias  en la naciente escena y, lo más importante, su colección de discos con amigos que comenzaron una escena parisina, y ella misma se unió brevemente a The Frenchies, un grupo de estilo retro que seguían las mismas tendencias que Yves Adrien (periodista y escritor francés) celebraba. La posición de Lauten como cineasta también reveló el amplio efecto del punk en la Francia de 1970 tanto a través de la música como de las artes visuales, el cine, la literatura y el teatro, que también presentaban influencias del punk.
Mientras Lauten dejaría Francia en 1976, justo cuando el punk estaba tomando forma allí, su temprana participación fue fundamental para la comunidad gracias a su inspiración y sus conexiones con escenas de otros lugares. La facilidad de movimiento de Lauten entre los mundos punk de Nueva York y Paris reveló el carácter cosmopolita del punk y la real incidencia que esto tuvo en Francia.
Uno de los habituales concurrentes a las fiestas de Luten, era Denis Quillard. Quillard adoptó el pseudónimo de Janco y fundó lo que muchos consideraron la primera banda punk de Francia, Stinky Toys. Jacno, quien modeló su estilo personal a partir de David Bowie, formó una pareja con Elli Medeiros y ambos comenzarían escribiendo canciones en estilo retro. Jacnó pensó la estética del grupo a partir de los grupos beat británicos (una estructura de versos y coros pegadizos enfatizando las guitarras ritmicas y los arreglos). El mismo sonido que había influenciado a Flamin’ Groovies y otros grupos retro, e indudablemente un estilo que habían tomado de su tiempo pasado en la disquerías Open Market. Pero the Toys combinaban este enfoque con los rápidos ritmos ofrecidos por los grupos británicos y estadounidenses  que se diferenciaban a sí mismo de los grupos retro, acercando su sonido al punk. Sin embargo, otros punks franceses los rechazaron, mientras el público británico nunca se conectó con ellos a pesar de que el manager de los Sex Pistols, Malcolm McClaren los apadrinó allí. A menudo, la acusación formulada contra Stinky Toys era que no eran realmente punk, una acusación con la que el grupo coincidió en su momento, mientras otros notaban la derivación de su música.


Stinky Toys, en el 100 Club durante el Punk Rock Special de septiembre de 1976



A pesar de ello, como el primero de los grupos punk de Francia, Stinky Toys se aferró al concepto de autenticidad tanto en la música como en las entrevistas, ilustrando las trampas que los músicos franceses enfrentaban mientras navegaban a través de las convenciones del género.
Stinky Toys comenzó en abril de 1976, poco después de la presentación de los Sex Pistls en Paris. La dupla de Jacno y Medeiros fue el eje creativo del grupo, al cual se unieron otros colegas en guitarra, bajo, batería y saxofón para completar el combo rockero. Aunque de ninguna manera eran el único nuevo grupo francés, ellos ganaron rápidamente la atención de la prensa musical francesa, la cual estaba fascinada con la subcultura punk y estaba buscando respuestas a la francesa en la británica. Gracias, y no en menor medida, a la belleza de su cantante Elli Medeiros, Malcolm McClaren buscó a los Stinky Toys para hacerles firmar un contrato discográfico, una idea que se cayó, a pesar de lo cual los llevó a integrar un festival punk en Londres en septiembre de 1976., compartiendo cartel con los mas reconocidos grupos como los Pistols y The Clash. La presentación del grupo los hizo llegar a la portada de  la influyente revista musical británica Melody Maker, y los Pistols estaban planeando en llevar al grupo a su próxima gira británica, la cual no se concretó ante la notoriedad que estaban obteniendo los Pistols.
Stinky Toys estaban listos para compartir el éxito con las bandas británicas, principalmente en la forma de contratos discográficos y difusión en radios. The Toys acordaron con el sello multinacional Polydor , una de las mayores compañías del mercado francés, pero nunca recibieron mucha atención después del recital en el 100 Club. Y aún en Francia, la repercusión comercial y en la crítica hacia el grupo fue limitada, a pesar del amplio interés en el punk.
Una de las razones fue que el grupo fue visible entre los críticos franceses a pesar de su decisión de componer canciones originales en inglés. Había numerosos ejemplos de tempranos grupos franceses que eligieron no cantar en francés por razones comerciales, pero Medeiros, la cantante de la banda, tenía una razón fundamental. Medeiros y su familia habían inmigrado hacia Francia desde Uruguay durante su adolescencia y ella había pasado poco tiempo en Francia, una situación que afectó su decisión lingüística: ‘Yo escribo en inglés porque es mi cultura, mi segunda lengua. Y la música que escucho es inglés, no conozco nada de la cultura francesa’. El grupo se conectó con algunos de los principales temas del punk (alienación, superficialidad, evasión) mostrando efectivamente como esas ideas encontraban una audiencia en Francia. Sus temas apuntaban a muchos de esos tópicos. Por ejemplo, el primer single ('Boozy Creed'), reflejaba un de los principales temas punk: El uso de drogas como método de escape. En la letra de la canción, Medieros canta: ‘No tengo religión/no necesito dios/no tengo sueños ni ilusiones/pero conozco pocas cosas que pueden hacernos felices/danos un poco de cerveza y dejanos gritar fuerte’. El consumo excesivo de alcohol era común en las diversas escenas punk, incluso a pesar de sus miembros.



El segundo single (‘Palstic Faces) continuaba en la misma línea estética que ‘Boozy Creed’. Pero trataba directamente con el asunto de la autenticidad, cuando Medeiros canta: ‘No sos quien realmente eres…  dejame agregar algo de belleza plástica a tu horrible vida’. La letra se enfocaba en una de las paradojas de la autenticidad y el punk: la importancia de la auto-reinvención como parte de la identidad punk.  (…)
La letra de Medieros sugiere que el grupo entendió el valor crítico del punk, incluso cuando su banda se mostraba vacilante de abrazar la identidad punk. Mientras algunos críticos se apresuraban en ver a los Toys como una forma de punk francés, Jacno y Medeiros rechazaban la etiqueta: ‘Siempre les dijimos a los periodistas que nosotros no lo somos (punks), pero ellos siempre nos etiquetan como tal… odiamos el (punk) inglés”. El concepto de identidad nacional era evidente en la evaluación del punk que hacía el grupo, señalándolo explícitamente como un ‘fenómeno inglés’. En estos dos comentarios, the Toys muestran como el conflicto entre identidad nacional y cultural nacional continúa operando entre los músicos franceses, inclusive entre aquellos que son reconocidos como críticos de las convenciones sociales, como lo era los punks. Tales percepciones fueron compartidas por los críticos franceses y otros punks que tendieron a considerar al punk como cultura inglesa (o británica).
Aún musicalmente, Stinky Toys encajaba dentro de la estética punk. La banda imitó muchas de las mismas influencias que fueron vitales para los punks británicos: El rythm and blues mod de los Who, el amenzante blues de doce compases de los Rolling Stones, y la estructura del rock and roll de los 50s de Chuck Berry y Bo Diddley. A pesar de la retórica de rechazo hacia la música del pasado, muchos punks eran versados en la tradición del rock and roll y trataban de emular el sonido de las primigenias bandas. (…)
Otro ejemplo de esta crítica, subrayaba la falta de fuerza de las bandas, especialmente cuando se las comparaba con la música producida en EE.UU. o Gran Bretaña. Stéphanie Pietri y Alexis Quinlin, en sus comparaciones entre las escenas punk de Francia, Gran Bretaña y EE.UU., encuentran a Stinky Toys, carentes de poder, como si no fuesen ‘auténticos punk rockers’, sino simples copias de los peores ejemplo del punk. El grupo no eran más que ‘músicos encantadores que elevan el nivel de difusión de música en las estaciones radiales periféricas’. Incluso la poca difusión radial del grupo despertó la ira de algunos críticos, que criticaban su tendencia a la comercialización (…)
Otro aspecto que influyó indudablemente en la recepción crítica hacia Stinky Toys fue la prominencia de Medeiros en la imagen pública del grupo. Siendo una atractiva mujer, Medieros no encajaba en la estereotípica imagen del emergente punk, especialmente debido a la prominencia de varones dentro de dicha subcultura. La cultura musical francesa era aún dominada por artistas masculinos, desde la chanson al rock progresivo, y las jóvenes mujeres eran generalmente marginadas o ubicadas en un rol secundario. El punk, tanto en Francia como en cualquier otro lado, era notablemente similar en este aspecto, aún con el importante rol que algunas jóvenes desarrollaron en diferentes escenas, Por ejemplo Siouxsie Sioux y Vivianne Westwood en Gran Bretaña o Debbie Harry y Patti Smith en EE.UU. En su música y estilo, estas mujeres criticaban los estereotipos de género que definían la música popular. Sin embargo, esta subversión se perdió en ocasiones, dentro del predominante estilo violento del punk, el cual era codificado como masculino. En este contexto, la percepción crítica de Medeiros, ponía el acento en su femineidad como vulnerabilidad, precisamente lo opuesto al supuesto carácter agresivo del punk.
Como el primer grupo reconocido como punk en Francia, Stinky Toys fue como un pararrayos respecto a ese tipo de observaciones. Como su renuencia en relación al punk y su decisión de cantar en inglés, junto con su obvia deuda con el estilo musical británico, que llevaron a la acusación de falta de originalidad.



Tanto el apoyo como las críticas al grupo revelan distintas lógicas concernientes al movimiento de la cultura punk y su aplicabilidad en Francia. A medida que la subcultura atraía cada vez más el interés de los jóvenes, definir convenciones se volvía cada vez más común y esos desacuerdos sugieren que la apropiación de una cultura foránea era percibida como mera imitación. Incluso cuando las formas culturales atravesaban las fronteras nacionales con mayor y mayor facilidad, aquellos creativos que buscaban hacer sus propias variantes, quedaban a menudo atados a su propia percepción del valor de los orígenes nacionales de estas formas. (…)
Las angustias sobre la originalidad, hablan de la importancia dentro del movimiento punk de desarrollar una expresión francesa del punk así como de la falta de consenso entre los observadores del punk acerca de la aplicabilidad del punk dentro de la cultura francesa. A pesar de los intelectuales aspectos comunes entre la subcultura inglesa y la contracultura francesa, críticos y artistas cuestionaron el lugar del punk en Francia y en ocasiones lo encontraron irreductiblemente extranjero. Previos ejemplos de pop francés, el cual había sido definido por sus diferencias con los modelos angloparlantes, tiñe la experiencia de los punks franceses en los 70, como se definieron a menudo en relación con los artistas americanos y británicos. Mientras la audiencia francesa podía apreciar el punk, los artistas solo podía hacer copias inferiores de sus modelos ingleses y estadounidenses. Incluso cuando la sociedad francesa compartía los mismos problemas que fomentaron el desarrollo del punk en esos lugares. El intento de construcción de una comunidad punk compartida que se relacionaba con esas escenas en el extranjero estaba limitado por preconceptos basadas en la historia de la música popular en Francia."




Fuente:  Sounds French: Globalization, Cultural Communities and Pop Music, 1958-1980, de Jonathyne Briggs

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