domingo, 19 de febrero de 2017

Punk en Francia: Orígenes, testimonios y lecturas de la escena. Parte 2



 La estética punk deja pronto de ser un misterio en París ¿Pero puede durar este fenómeno en Francia tanto como en otros lados?

"La Francia de 1976 es triste. Gris. Negra y blanca.
Cruzando el mar, en los Estados Unidos e Inglaterra, el punk está en marcha. Los Ramones, los Dead Boys en los Estados Unidos, los Sex Pistols en Gran Bretaña, crean una tormenta desde la obscenidad y la furia. Elvis Presley, el rey, no sobrevie y muere de un ataque al corazón en agosto de 1977. Ese año se da el punto de ruptura simbólico entre el antes y el después de punk. Se habla del punk 77, incluso porque es inútil tratar de encontrar una fecha de nacimiento. ¿En los años 60, con The Factory de Andy Warhol? ¿En 1969, con el primer disco de los Stooges? ¿En 1975, fecha de creación del fanzine Punk de Legs McNeil? ¿O será culpa de los Dadas de los años 20, muy reseñados en este libro?
En cualquier caso, el hecho es que en 1976 aparece  el primer álbum de Ramones en los Estados Unidos y el primer single de los Sex Pistols en Gran Bretaña. El 6 de diciembre de 1976 se realizó el primer concierto del Anarchy Tour, con Sex Pistols, The Damned, Johnny Thunders & The Heartbreakers, y The Clash.
El juego había comenzado.
Por entonces, en Inglaterra, todo el mundo descubría el punk y su cuota de escándalos, provocaciones, disturbios y diversión.
Nadie saldría indemne. Por un lado, aquellos que condenan, tratando de prohibir, censurar, y por el otro, toda una generación harta de grupos como Pink Floyd o Eagle, que ven en el punk un oasis, un soplo de aire fresco, un espacio real de libertad.
A mediados de los años 70, muchos están de vuelta (…) del movimiento hippie, de sus promesas de libertad sexual, de liberalización de las costumbres. El punk, nacido de una crisis de valores, permitiría a muchos afirmarse y rechazar todos los sistemas obsoletos y opresivos.
Porque, más allá de la pose caricaturizada una y otra vez, el punk le da la posibilidad a todo ser de existir. O de existir tal como es. El 'hacelo vos mismo' es, consciente o no, uno de los valores básicos del punk. Ahora podemos empezar una banda sin saber cómo tocar, podemos hacer frente a lo que pase (¡o no!). Con su ropa, sus trabajos, su música. El deseo de romper el academicismo, las convenciones será la oportunidad de crear una red paralela de lugares, para la expresión artística. La liberación. Los fanzines  se multiplican como pan caliente y superan el desdén y la censura de las redes oficiales. Este espacio libre será el caldo de cultivo de una nueva estética musical, gráfica, inspirada, de manera consciente o no, en el Dadá, los surrealistas, los situacionistas. Pero el punk no es solo estético.
También es político, por lo que es, y también por lo que ofrece y cómo lo hace. Por su discurso, anticonformista, libertario, por su actitud, por tener un buen grado de provocación, y por la construcción de redes paralelas, el punk, en su esencia, es muy político.
La teoría vendrá después, a menudo usada por los grupos musicales, y será capaz de disminuir, con el tiempo, la incidencia de la extrema izquierda.
1977. Inglaterra está en crisis, mientras en los medios hablan de las aventuras de los Sex Pistols y de cómo el punk surfea la ola. Ese año es el marco de lanzamientos como  White Riot de The Clash, God Save the Queen y Pretty Vacant de los Sex Pistols, Peaches de The Stranglers, In the City de The Jam, Your Generation de Generation X, o New Rose de The Damned ... Todas trompadas a la cara de la sociedad bienpensante...

Sin embargo, Francia parece sorda a esta oleada de energía en el Reino Unido... 'Francia duerme' dice O.T.H. Aturdida por la crisis del petróleo de 1974, agotada por el tándem Giscard-Chirac (respectivamente presidente y el primer ministro), cansada del rock progresivo (…), que es por entonces  referencia para la generación anterior. (…)
El crecimiento de la onda punk, tiene poco eco en Francia. Por el momento, casi no hay medios de comunicación que cubran este fenómeno. El mundo audiovisual francés es muy pequeño, con tres cadenas, y la innovación en las programaciones no es la apropiada. Ocurre lo mismo con la radio, aunque algunas estaciones dedican emisiones durante la noche para el rock and roll. Los afortunados pueden escuchar radios piratas que emiten en inglés desde el estuario del Támesis...
Las compañías discográficas no han comprendido que había un mercado potencial, y todos los precursores de la onda punk en Francia, con Metal Urbain a la cabeza, se verán obligados a firmar con sellos ingleses.
Sin embargo, acá y allá, aparecen grupos punks. Ellos no necesariamente saben que son punks, pero lo son.
El 21 de de agosto de, 1976 se celebró en Mont-de-Marsan un festival autoproclamado el primer festival de punk rock europeo'. A iniciativa de Eric Zermati, su alienación incluye a The Damned, Shakin'Street, Asphalt Jungle, Bijou. Este evento es muy sintomático de la (falta de) una escena francesa en la época. Aunque miles de personas hoy en día afirman haber sido testigos de este cartel hermoso, de el trasfondo de la leyenda, la asistencia no superó las 600 o 700 personas. Un éxito, pero el público es mayoritariamente español e Inglés. Resultado de la presión y el desdén de los medios y la prensa francesa (Rock & Folk, indicando lacónicamente: "El festival de Mont-de-Marsan no fue cancelado")."
The Damned en el backstage del primer Festival de Mont-de-Marsan, 1976. Uno de los pocos -sino el único- grupo punk que integró la grilla inicial.

(…) Algunos grupos aparecen, siendo precursores de Les Dogs de Rouen, Metal Urbain, Stinky Toys (donde encontramos Elli Medeiros y Janco, quienes obtendrán éxito en su posterior reencarnación), Gazoline, los Guilty Razors. También podemos mencionar a Asphalt Jungle, Marie et les Garçons de Lyon, Starshooter y Olivensteins de Rouen.
Esta escena francesa, mayoritaraimente de parisinos para parisinos,  no puede penetrar mucho en Francia (Stinky Toys, metal Urbain), Gran Bretaña será la salvación para publicar los registros y encontrar escenarios. Francia está resagada en la escena del rock, tanto en términos de estructuras (salas de conciertos, estudios de grabación), como en la cultura misma. Los grupos son aislados, no existe una red para transmitir esta escena. ´No estábamos al tanto de lo que ocurría más allá de nuestro barrio' es un lugar común en las entrevistas a grupos de esos años. 1979 fue un punto de inflexión en la evolución de la escena en Francia. Hablamos (a veces con un cierto esnobismo) de la segunda ola del punk, tanto en Inglaterra como en Francia. El grupo francés nacido ese año se está alejando de este mismo dandismo, en relación a los grupos de la primera ola francesa. Piensan que muchos de los 'originales' 1977-1978, no son punk. Los grupos son más salvajes en 1979. Incluidos, entre otros O.T.H. Oberkampf, La Souris Deglinguee, Les Cadavres. La escena inglesa también cambia, con la aparición del Oi!
Entre 1976 y 1979, la suerte está echada, se siembra la tempestad, pero queda mucho por hacer, incluyendo la cosecha de lo que la tormenta dejó."

Arno Rudeboy - Nyark nyark ! Fragments des scènes punk et rock alternatif en France. 1976-1989

 Titus y "SuperDupont" (apodo tomado de un personaje de historietas local que parodiaba a Superman), dos punks que desde 1976 meordeaban la zona parisina de Les Halles



"Aunque en Estocolmo Sex Pistols llene dos noches The Happy House y luego haga lo mismo en Copenhague, y aunque sobre Mont-de-Marsan esta vez converjan 4000 chicos, en ambos casos, por el momento, se trata de trendies (seguidores de tendencias). Jóvenes que se visten, piensan y reaccionan a la manera punk porque están de vacaciones y porque es la moda. Adhieren a su filosofía y sin saber por qué. Otros veranos han actuado similar pantomima con el vestuario hippie o la actitud retro-decadente. La causa es siempre la misma: no quieren quedar out (fuera) de la época, lo que les cuentan las revistas que está pasando en Gran Bretaña y los Estados Unidos. En otras palabras: Se hacen punks para olvidar su complejo provinciano.
Si en Londres el movimiento punk se extiende en las clases menos favorecidas (jóvenes que dejan los estudios y no consiguen trabajo), en Francia se instaura en un medio más rico: los informados. Solo hay punk en un festival a 800 km de París o para los que pueden pagarse la admisión a discotecas exclusivas y caras como el Gibus, el Club 7 o Regine, en París. El único reducto barato para adolescentes es el Golf Druot, y éste sólo los sábados tiene algo de punkitud. En algunos cafés de boulevard Saint Michel hay ambiente punk regularmente. Luces de neón, bruma y cerveza para lulús (chicos pesaditos). No son muchos: Ex teds que han cambiado su vestimenta por el pnuk-chic. Socialmente no juegan el rol chocante de los ingleses. Más bien, parecen bufones. Si 'el que pasa' mantiene unos segundos la vista sobre ellos, finalmente sonríen. La prensa francesa, ocupada en digerir la muy posible instauración de un régimen socialista, no sabe aún como calificar el fenómeno. 'Estado final de la decadencia europea', 'Anticipo del fascismo que se avecina', 'Complot de la derecha para asustar a los votantes de la clase media…', el periódico Le Monde entiende que esa 'infantil, ingenua y aparentemente inocente provocación es enemiga de la sociedad, cualquiera que sea el partido que gobierne. Significa –recalca Le Monde-, algo difícil de controlar que el desorden: son la cara del pesimismo'.
'Somos extremistas, estamos en rebeldía contra las instituciones', dice Tristán, cantante de Guilty Razors, grupo de punk rock francés. Sus palabras no aportan nada original al pensamiento punk que no haya sido dicho y gastado por sus colegas ingleses o americanos. La música de Guilty Razors, 1984, Asphalt Jungle, Metal Urbain, Warm Gun, Strychniner, Vinyl Lipstick y una docena de grupos de punk rock también resulta impostada (o importada). Fieles al rock que dicen rechazar, en vez de profundizar su desesperación en su propio idioma, cantan en inglés las mismas temáticas de la new wave. Las esvásticas son para ellos un tabú: en casi todas las ciudades quedan aún marcas de los 'boches' (alemanes durante la ocupación). Símbolos opuestos, como podrían ser la iconografía de la izquierda, son usados por la juventud no-punk en otras formas de expresión (pintura, cine, revistas, etc.). La alternativa ecológica está copada por la generación de mayo del 68. Al punk francés solo le queda el elogio de la polución, si quiere hacerse odiar en la tradición punk. Apurar la destrucción como una manera de sobrevivir. Sus canciones son textos a la imagen y semejanza de una civilización sintética donde la vida es cada día más programada por la electrónica.  Las consecuencias son imprevisibles. Aman las novelas policíacas, todo lo que sea hard-core, los films de horror clase B, las tiras cómicas, la Coca-Cola y cuanto la sociedad consuma en cantidades. En el festival de Mont-de-Marsan y en algunas discotecas de París, se presentan grupos imitadores de punk-rock o bien contratados en los Estados Unidos o Inglaterra (The Clash, The Damned, Richard Hell…). Todos los franceses cultos hablan del punk y hasta Lui (el play-boy del grupo Filipachi) le dedica nueve páginas. Sin embargo, es difícil que Francia produzca un fenómeno de punk local de características originales."

Juan Carlos Kreimer – Punk, la muerte joven.


L.U.V. (Ladies United Violently o Lipstick Used Viciously, según la ocasión) Grupo punk integrado por chicas que no publico de manera oficial. En la foto dos de sus integrantes, Fury y Aphrodisia Flamingo.


"Francia era realmente gris, nada pasaba. La gente iba a sus trabajos diariamente, eran viejos hippies usando marcas estadounidenses, uniformes verdes o grises. Aquello era aburrido.  La mayoría de las cosas giraban en torno de quien podía tocar la mayor cantidad de notas en un segundo, en vez de tocar música con emoción.
Cuando nosotros comenzamos, en Francia no había mucha música. Solo resabios de los sesentas. Poca gente estaba interesada en MC5, The Stooges o New York Dolls, y ese es el por qué comenzamos a interpretar este tipo de música. Todas esas bandas tocaban en Paris para un máximo de 1000 personas. Lo mismo sucedía en Inglaterra. Algunos mostraban interés en el rock de los primeros años, en música para bailar, emborracharse y pelearse. Nosotros nos interesábamos en la música en vivo y no en algo para escuchar en casa fumando un porro. En la mayor parte de los conciertos de ese tiempo, veías gente sentada en el piso. The Velvet Underground comenzó la escena punk en Paris. Muchos franceses como yo ingresamos al rock estadounidense más áspero a través de ellos.
Había otros grupos dando vueltas.  Little Bob Story era mas un conjunto de Pub Rock, tipo Eddie and The Hot Rods. Ellos eran rock, pero no exactamente lo que yo quería tocar. Estaban también los Stinky Toys, quienes comenzaron como una banda de punk rock, ellos dijeron que no eran punk y se volvieron más pop. Eran más exclusivos, tocando en fiestas de gente rica. Barclay Records fue el gran sello independiente de la época. Casi firmamos con ellos, pero lo hicieron con los Pistols. Comenzamos a ensayar a fines del 75 y nos metimos de lleno en el proyecto, propiamente, en 1976.
Dimos un concierto en diciembre de ese año. Los primeros recitales, en general, terminaban con peleas entre un puñado de asistentes. La mayoría de los que asistían, tenía pelo largo y un estilo agresivo.  Querían pelear con nosotros y nos corrían a la salida del local. Lo gracioso fue que el antagonismo entre el publico que venía a vernos, terminó cerca de un mes después, cuando todos empezaron a venir con el pelo corto y vestidos como punks. Para entonces, el punk se había convertido en un uniforme.

Había algunas bandas en Paris como Stinky Toys y Warm Gun. Habría cerca de diez bandas en Paris, pero pocos músicos, que tocaban en tres bandas al mismo tiempo.

Eric Debris, integrante de Metal urbain, en Punk Rock: An Oral History, de John Robb.

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