miércoles, 3 de agosto de 2016

The Boys (1977) Pt. V

"El álbum debut de The Boys es como el hijo bastardo mutante de la unión  impía entre The Monkees y los Sex Pistols.Amenazas de vomitar encima de tu abuela atropellan con letras de psicosis urbana, alaridos de escozor, pérdida de la virginidad y quejas acerca de las niñas que besan como una monja se combinan con la sensibilidad musical necesaria para hacer un álbum de The Who más allá de los potenciales singles, yuxtaponiendo una perfecta comprensión de la estética trash con una dinámica conciencia melódica que genera una adicción en el sistema nervioso central. Canciones picantes, riffs, proclamas y canciones que se te pegarán.(...)'Sick of you' abre el álbum con una gloriosa malevolencia impostada que lo hace parecer  el último disco de punk rock.Las únicas personas que no son capaces de largar una carcajada frente a esto son los cabeza de alfiler que lanzan botellas a los DJs que pasan reggae y los reaccionarios cabeza de tacho que ven el punk rock como una amenaza para la sociedad tal como la conocemos. Tontos.Claro, se trata de algo tan apocalíptico como el acné, pero de todas maneras el mundo necesitará letras como estas mientras a los pibes  les guste destrozar, darse vuelta, odiar a la policía, a la escuela o vivir en sus casas."

Tony Parson – New Musical Express. 10 -9- 1977



“Mirá, si no los hubiera visto con mis propios ojos, no hubise creido que The Boys exisitían como seres humanos separados. La imagen es my buena, concreta. Indeticos los cinco, con un aire (los suficiente para darles cierto aspecto de madurez)como unos estúpidos malchicos.
Aún no puedo distinguirlos, solo hacer conjeturas a partir de que instrumnetos toca cada uno. De hecho, no me importan las evidencias visuales (Después de todo, como dijo un hombre, los hechos son excusas convenientes con las que adornar incovenientes prejuicios, yo no creo que The Boys sean reales. Solo hay uno de ellos que corre rápidamente alrededor del escenario, eso es todo, y él es como un Buddy Holy que regresó de su tumba como un zombie, listo, dispuesto y capaz de hacer recordar a todos los placeres (?) de fechas soñadas y almohadas mojadas de lágrimas. ¡Peggy Sue vive!
Además The Boys ha llegado demasiado lejos, demasiado rápido como para haberlo hecho sin un toque de voodoo.Cuando comenzaron la mayoría los vió como una broma. Yo creo que no eran punks en el fondo. ¿Lo eran? Demasiado dulces en parte. No parecían poder asustar s nadie, por no decir ni a Rod Stewart. Entonces ¿Que es lo que los hacía sonar bien y tener un puñado de excelentes canciones? Demaisado pronto, de hecho tan pronto como ellos hayan escuchado su disco, cualquiera que haya dicho estupideces sobre The Boys deberá tragarse sus palabras y tratar su miopía (Ese es el problema con los elitistas, tarde o temprano, los estarás desafiando). Ellos se van a aferrar a su posición porque, creeme, este disco es mejor de lo que cualquier fan de The Boys esperaría. (...)"


"Primera comparación. Cada una de las principlaes bandas punks han forjado su propio territorio. The Clash con su postura de neo propaganda de agitación incisiva como una daga. The Damned como si fueran los Blue Cheer and Bonzo Dog Band de la Blank Generation convirtiéndose en una sola cosa. Los Pistols como los eternos marginales, más preocupados por el groove del pedal de su guitarra en las canciones actuales.La otra vez dije que The Boys eran 'Los (Bay City) Rollers de la generación del video'. Y yo tadavía creo eso, pero en caso de que no lo entiendas, dejmae explicarlo de otra manera. Ellos tienen canciones hábilmente estructuradas (las cuales, para disgusto de los Rollers, son propias), tocandolas con desvergonzada alegría y el impulso de un rinoceronte exitado. Lo más importante, su naif, pero vigoroso optimismo les permitirá, sospecho, les permitirá atraer una audiencia jóven como The Clash. Ellos comparten las mismas preocupaciones que todos los jóvenes adolescentes: Perder la virginidad ('First Time'), la ruptura de una relación reciente ('Sick on you'), o dando vuelta en una esquina como el día en que viniste al mundo ('No money')(...)
Honest John Plain fuerza el ritmo de la guitarra ritmica mientras que los latigazos de Matt Dangerfield giraban alrededor del siguiente que se le cruce diciéndoles 'hola'. Y en un nivel subliminal cercano, el piano de Casino Steel, el cual (correctamente) le debe más a Little Richard que a Elton John.
Y esto es mucho más que el sonido standard de la mayoróia de los álbums. Ellos consiguieron rápidamente una identidad, haciendose fuertes en casa, tod a tiempo que ñadían giros y cambios que lo ubicaban lejos de la monotonía. Mas de trece canciones originales, están aquí, fueron escritas por la combinación steel/Dangerfield ¿Cuan lejos podés llegar con esos apodos? Suenan como los espiás de poca monta de las novelas de Graham Greene. Ellos al menos tienen nombres reales como Rotten o Strummer. Entonces tal vez todos crean que estos chicos están bien."
Phil Silverton, The Sounds, 30-7-77


Fuente:www.punk77.co.uk

No hay comentarios:

Publicar un comentario