jueves, 15 de junio de 2017

Throbbing Gristle (Londres, Inglaterra, 1977)

"Genesis P. Orridge creia que ‘uno debería acercarse a cualquier instrumento del mismo modo que lo haría un niño’. Se hizo cargo del bajo por la sencilla razón de que creía que ese era el instrumentos que menos calificado estaba para tocar. Tutti, con la misma lógica, eligió la guitarra porque era el instrumento hacia el que menos atraída se sentía. Nunca aprendió a tocar ningún acorde, pero usaba un slide para deslizarse de manera espeluznante por los trastes o aporreaba las cuerdas y utilizaba la guitarra como si fuera un instrumento de percusión y –gracias a toda una batería de efectos- una fuente de ruido abstracto.
Al margen de los tracks rítmicos creados por Chris Carter, las canciones de Throbbing Gristle se componían en vivo, ya fuese en el estudio o sobre el escenario, habiendo discutido de antemano solo las más mínimas pautas musicales. P. Orridge, por lo general, improvisaba sus letras tras ábrele consultado rápidamente al resto de la banda acerca de posibles temas líricos. La canción ‘Persuasion’, por ejemplo, se compuso durante un recital en el Centro Ibérico, una escuela tomada que funcionaba como centro social, y club nocturno en Notting Hill. Apenas antes de salir al escenario P. Orridge le preguntó a Christopherson sobre que creía que debía cantar esa noche y Sleazy sólo le respondió –siendo que una de sus obsesiones era como la gente es persuadida para hacer cosas (sexuales) contra su voluntad- ‘persuasión’. P. Orridge improvisó una letra sobre un tipo que presiona a una mujer  para que lo deje tomarle fotografías para la sección ‘Esposas de los lectores’ de una revista porno.
Había pros y contras en esta fijación de Throbbing Gristle con la composición/combustión espontánea. Continuando con una práctica que traían de sus días de performers, los miembros de Throbbing Gristle documentaron exhaustivamente cada show y editaron todo ese material. Cuando uno escucha estas grabaciones en vivo, se topa con paisajes de una densidad asombrosa: formas sonoras derretidas y distendidas que parecen gases solares saliendo  como guirnalda de la superficie de una estrella. Chispazos lumínicos de una ametralladora emplazada en algún campo de batalla auditivo. Pero, al mismo tiempo, Throbbing Gristle terminó desarrollando inevitablemente todo un arsenal de riffs y muletillas –explosiones de bajos penetrantes, violentos accesos intempestivos, arcos que salían disparados hacia arriba- tan predecibles como cualquier otro lenguaje musical. Como ocurre con el free jazz y la improvisación musical, a pesar de todo el alboroto y la confusión, la paleta de colores sonoros podía empezar a parecer un tanto monótona.
Los ensambles de improvisación libre de los años sesenta como AMM, una banda británica de influencia Zen que, según dicen, inspiró a Pink Floyd, eran implícitamente espirituales, anhelaban recuperar una ‘totalidad’ perdida. Despojada de todo romanticismo, la música de Throbbing Gristle emulaba los ritmos monótonos y desmoralizantes de la producción en masa fordista. Carter comparaba la banda con ‘una línea de montaje sonora’. Throbbing Gristle bautizó a su propio sello, de hecho, ‘Industrial Records’. La palabra ‘Industrial’ hacía referencia a la manera en la que la banda manufacturaba ruido (es decir, como si se tratara de una cadena de producción). La palabra ‘records’, por otro lado, jugaba con una significado doble: evidentemente refería a los LP y los singles, pero también apelaba a la idea de ‘archivos y documentos’. Thorbbing Gristle veía sus ediciones como una serie de informes desapasionados sobre ‘las salvajes realidades del capitalismo desfalleciente’.
P. Orridge también veía a Throbbing Gristle como una forma de Ciencia Ficción. ‘Estamos escribiendo acerca del futuro mirando el presente’, proclamó. Aunque P. Orridge se cortó el pelo en 1977 como un acto simbólico de ruptura con la era hippie. El Throbbing Gristle ‘clásico’ de temas como ‘Slug bait’ y ’Hamburger Lady’en realidad suena bastante parecido a lago así como un Tangerine Dream corroído y agónico, cierto tipo de rock cósmico propio de un universo que ya entró en una fase terminal y está perdiendo potencia. Throbbing Gristle también se volcaba a hacer lisa y llanamente ‘space music’ pura y dura, como es el caso de ‘After Cease to Exist’, que ocupaba –con sus difusas brisas de guitarras de tonos temblorosos en la líea del primer Pink Floyd/Syd Barrett- todo el lado B de su primer disco, ‘The Second Annual Report’.


Fuentes:
Postpunk. Romper todo y empezar de nuevo, de Simon Reynolds.
http://www.wycombegigs.co.uk/11-february-1977-throbbing-gristle-nags-head/

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