miércoles, 5 de abril de 2017

Tom Robinson Band (Londres, Inglaterra, 1977)

El 1 de junio de 1950 en Cambridge nació un artista que inició su camino en los tempranos 70 pero encontró su lugar definitivo a partir de la emergencia de la new wave. Aunque difícilmente pueda catalogárselos estrictamente como punk, tampoco puede hacerse un repaso de aquel marco sin mencionar a Tom Robinson.
Para ser concretos, él ya pasó, medio en puntas de pie, por Ruidos en el Fondo, en el programa en 37 emitido el 30 de octubre de 2014. Lo hizo con una canción que luego lo haría conocido, aunque bajo el nombre de Tm Robinson & Café Society, llamada “Glad to be gay”.
Los ambientes vinculados al rock, más allá de algún leve cuestionamiento, siguen regidos por la más rancia heteronormatividad, que aunque muchxs crean que es una palabrita de moda, tiene un sentido claro y que solo puede ignorarse si nos hace picar el culo. Cuando das por sentado que todo se mueve según las reglas del régimen heterosexual, cualquier opción expresiva para aquellas personas que se muevan por fuera de la misma, se vuelven insostenibles. Por su puesto que el rock no estuvo y no está, exento de alimentar esta norma.
Si esto lo decimos en 2017, imagínense para un chico de 13 años en 1963, que se sabe gay en una Estado donde serlo te convertía en un criminal, punible con la cárcel. Vivir así llevó a Tom a situaciones límites, que afectaron su estabilidad emocional, al punto de intentar suicidarse a los 16 años, lo que hizo que lo internaran en una Institución de Kent. Aquella legislación se abolió en el Reino Unido un año después de esta situación, en 1967, aunque es una manera de decir. Sabemos que aunque una norma escrita desaparezca, en la sociedad la misma seguirá rigiendo y se necesitará algo más que buena voluntad para  revertir un profundo escenario de opresión.
La revuelta neoyorquina de Stonewall, de junio de 1969, había visibilizado a nivel internacional lucha, no solo una lucha reivindicativa de derechos civiles por parte de la comunidad LGTB de la época, sino también de sus herramientas de lucha, en un periodo muy rico en cuanto a acción directa por parte de diversos colectivos oprimidos, que empezaron a tender lazos en tal sentido.
Tom Robinson creció en ese Cambridge, pero se involucró en este contexto cuando se mudó a Londres a comienzos de los 70, a la par de reforzar la importancia de la música (la que abrazó escuchando radios piratas durante su internación en Kent) como medio expresivo.
En el año 1973 se une a ese trío llamado Café Society junto a Hereward Kaye y Raphael "Ray" Doyle. Hacían una mezcla de folk-rock, country y otros sonidos que encajaban en la incipiente atmósfera del pub rock londinense. Por aquellos reductos merodeaban muchos músicos consagrados, entre ellos, estuvo Ray Davies de The Kinks, quien los contrató para grabar un single en su sello Konk Records, el cual salió a la calle en 1975, con la colaboración de otros miembros de los Kinks. Pero así y todo no superó las 660 copias vendidas. Aquello confirmó el desencanto que el trío sentía con el trabajo hecho en el estudio. Ello no detuvo que siguieran presentándose en pubs. Pero durante el 76, los caminos de Tom Robinson y Sex Pistols se cruzaron, precisamente en el mismo momento en que se encontraba acudiendo a bares gay, en los que reforzaba su posicionamiento político en torno a sexualidad, cuestión que no se había modificado demasiado desde su adolescencia. Ese combo, hizo que el espíritu punk poseyera en parte a Tom, quien escribió “I glad to be gay”, el cual grabó en un demo con Café Society. Para a sus otros dos compañeros fue el límite, y decidieron disolver el grupo. Tom no se acobardó, y le pareció la señal necesaria para iniciar su propia carrera. Volvió a grabar de manera solista, un demo de su canción. Davies, quien se había desentendido un poco a partir de las malas repercusiones del 7”, quiso regresar al ver el potencial de la nueva canción de Tom, pero ya era tarde.
 
La conjunción de su mayor activismo en grupos autodenominados de “Liberación gay” (como Gay News, Gay Switchboard, Gay Sweatshop y el Gay Liberation Front, que en mayor o menor medida nucleaban al colectivo LGTB) junto a su entusiasmo con el punk, dieron como resultado la creación de la Tom Robinson Band. Un espacio propio, en el que vehiculizar su lado más político. Algo que, como veníamos hablando, el punk empezaba a definir, ya no solo coqueteando con una incorrección que escandalizaba cada vez a menos gente.
Los miembros originales fueron su amigo Danny Kustow en la guitarra, Mark Ambler en teclado, Brian Taylor en batería y, por suepuesto, Tom en voz y bajo.
En 1977 firmaron con EMI, y en octubre editaron el primer single: 2468 Motorway /I shall be released. El tema principal del disco era una referencia a un camionero homosexual, jugando un poco con aquellos estereotipos que la homonorma instala. Su estilo de coro tribunero lo llevo al puesto 5 de los rankings
En noviembre se presentan en el programa de John Peel y empiezan a ser un número habitual de la creciente escena new wave británica. Algo que se incrementaría durante el 78, lo cual llevaría a Tom a abandonar en parte su activismo en los lugares previos para llevarlo a los escenarios en forma de remeras o canciones. La Inglaterra que se cocinaba en 1977, llevó a gran parte del punk a tomar una clara postura política. Y en ese sentido, TRB tomó la delantera. Sobre todo cuando vemos que lo que lograba lo hacía por merito propio. Hombre del under como Jacke Riviera hablaban de él como “esa maldita música queer”. Y su vinculo con EMI no se consolidó sino hasta después de disipar sus miedos sobre el famosos “I glad to be gay”.
Para muchxs, TRB cayó de la nada. Pero eran otro reflejo de la efervescencia social que crecía en el Reino Unido.

"Al igual que sucedió en 1967 anteriormente, 1977 fué un año en el que tiempo y posibilidad fluían juntos. Durante unos pocos meses gloriosos y terroríficos, todo el mundo de repente, se dió cuenta de que las normas establecidas no iban a ser aplicadas nunca más, y casi cualquier cosa podía suceder. A la larga, esto puede ser perjudicial: no había nada inevitable con respecto de nada. La manera en que las cosas se manifestaban, en realidad, era sólo uno de los igualmente posibles resultados en aquel momento. Fué un tiempo iluminador, aterrador y excitante para estar vivo."
 Tom Robinson - T.R.B.




Fuente:
www.bothways.com
www.tomrobinson.co.uk/trb/history.htm

www.planet77.blogspot.com.ar/

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