Al sur de Londres, está Wimbledon, famoso por su
torneo de Tenis, pero también porque allí nació una de las bandas pionera en
aquello de llevar a la práctica uno de los puntales de la ética punk, como es el
“hacelo vos mismo”.
Hacia 1975 se forma un trío bajo el nombre de
Syndrome, integrado por Adrian Borland en guitarra y voces, Bob Lawrence en
bajo y Adrian Janes en batería. En esos días, la inspiración venía por el lado
de grupos como The Doors, Velvet Underground y The Stooges. Pero pronto
empezaron a sumarse conjuntos contemporáneos, que estaban pateando el tablero
en los EE,UU,, como The Heartbreakers, Ramones o The Voidoids. Es así que en
1976, deciden experimentar a partir de estos sonidos que empezaban a proliferar
en Inglaterra, y a partir del título de una obra de Albert Camus, se renombran
The Outsiders (Para nosotros, El Extranjero).
Si bien a fines de 1976 los Buzzcocks editan, a través de su propio sello New
Hormones, el EP Spiral Scratch, serán
los Outsiders los primeros en grabar, confeccionar y distribuir un LP punk en
el Reino Unido de manera completamente independiente. Entre agosto del 76 y principios del 77, grabaron en la casa
del cantante las canciones que integrarían Calling
on youth, el disco editado a través de su propio sello, Raw Edge Records en mayo de 1977.
El disco constaba de nueve canciones, cuyo sonido proponía crudeza, sin perder melodías. La principal característica de la propuesta de The Outsiders residía en cierta mirada existencialista de las letras, sin cortar lazos con la realidad, no esquivaban expresarse desde sus estados de ánimo o cierta introspección, cuya autoría recaía en el batero Adrian Janes. Su impulso creativo se confirmó con la publicación de un nuevo disco de manera independiente. Esta vez un EP, en el mes de noviembre, al cual llamaron One to infinity. Y en este disco se incluyen temas como “New Uniform”, en los que se aprecia cierto hastío respecto de la homogeneización de la escena punk.
El disco constaba de nueve canciones, cuyo sonido proponía crudeza, sin perder melodías. La principal característica de la propuesta de The Outsiders residía en cierta mirada existencialista de las letras, sin cortar lazos con la realidad, no esquivaban expresarse desde sus estados de ánimo o cierta introspección, cuya autoría recaía en el batero Adrian Janes. Su impulso creativo se confirmó con la publicación de un nuevo disco de manera independiente. Esta vez un EP, en el mes de noviembre, al cual llamaron One to infinity. Y en este disco se incluyen temas como “New Uniform”, en los que se aprecia cierto hastío respecto de la homogeneización de la escena punk.
Si bien no fueron un grupo popular o vendedor, la prensa musical, atenta a la proliferación permanente de grupos new wave, valoró la propuesta ética y musical del grupo (que no se alejaba del garage punk), poniendo más el énfasis en su potencial que en su actualidad. Así mismo, tocaron en los núcleos del punk londinense como el Roxy, donde en cierta ocasión mientras tocaban su versión de “Raw Power” de The Stooges, subió al escenario un tal Iggy Pop para acompañarlos en el tema. Cosas que regalaba el punk por esos días.
La osadía de este grupo llamó la atención de sellos
medianos y grandes, pero durante el año siguiente, The Outsiders siguió su
camino independiente, el cual fue inspirador para otros sujetos que merodeaban
el circuito punk.
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