domingo, 8 de mayo de 2016

Half Japanese (1977)

En los alrededores de New York también pasaban cosas. Cosas que reafirmaban que la idea de minimalismo desarrollada por algunos grupos no era solo una moda salida de una Escuela de Arte. Era en su gran mayoría la mejor forma de no perder el tiempo para expresarse. No perder tiempo en perfeccionamientos que solo serían aprobados por eruditxs. La música estaba atestada de eruditxs, de autoridades. La simpleza, tocar sin supervisorxs que acepten o aplaudan, les abrió el terreno a muchxs chicxs que no podían esperar para expresarse.
Tocar una batería incompleta, una guitarra desafinada, cantar canciones de (des)amor o sobre monstruos gigantes que atacaban ciudades,  implicaría un perfecto ejemplo de esa búsqueda por despojarse de mandamientos normalizadores dentro del rock de la época.
Algo de esto podría ilustrar los primeros días de un grupo verdaderamente alternativo, con sus raíces en Detroit pero que se desarrolló en Unionstown, Maryland por iniciativa de los hermanos los hermanos Jad y David Fair.
Ellos fueron durante aproximadamente tres años, la base y formación estable de Half Japanese. La dificultad de saber si los llamamos, duo o banda, si calificamos su música como tal o como un conglomerado de sonidos caóticos, si se trata de noise, punk o de nada, es una clara muestra que Half Japanese irrumpió como uno de los proyectos amateur con más llegada en mucho tiempo. Como ocurrió con otros casos como el de las hermanas en The Shaggs, seguramente el alcance de lo que los hermanos Fair hacían tomó mayor relevancia un par de décadas después, en especial a partir del declarado fanatismo que manifestó por ellos Kurt Cobain, cantante y guitarrista de Nirvana, fallecido en 1994. Precisamente, al momento de su suicidio, Cobain llevaba puesta una remera de los Half Japanese, a los que había elegido como teloneros para una gira de su último disco In Utero.
Más allá de los datos escabrosos y de los fanatismos tardíos que involucran a Half Japanese, es interesante ver como desde la absoluta independencia y autogestión, estos hacedores de sonidos, podían generar gestos de desaprobación entre lxs soberbixs paladines de la música elaborada y así y todo editar un single, como ocurrió en agosto de 1977. 
Si bien para ese entonces, estos jóvenes estaban asentados en Maryland por las continuas mudanzas de su familia, su costumbre de grabar experimentos sonoros matizados con letras de amor o de monstruos de películas clase B, venía desde su anterior residencia en Michigan. Gran parte de esas grabaciones caseras fueron a para a Calling all girls, su primer 7”.
Crudeza, sonidos básicos, impericia, como quieran llamarlo. Half Japanese fueron uno de los mejores exponentes de un momento clave de la cultura y de la contracultura, que venía preparándose desde varios años antes.
A partir de 1980, Half Japanese cambiará su alineación pero aún falta para enfocarnos en ello. Por ahora escuchemos algunos de sus ruidos made in 1977. Algunos de los cuales llegaron en formato casette a Aberdden, Washington, del otro lado del mapa estadounidense, a oídos de un tal Kurt Cobain.



Fuente: 
wwww.allmusic.com
www.thequietus.com/articles/12316-half-japanese-jad-fair-interview

No hay comentarios:

Publicar un comentario