jueves, 26 de octubre de 2017

Herman Brood & His Wild Romance (Groningen, Países Bajos, 1977)

Aunque el estrellato y el punk no fueran aparentemente conceptos que se lleven bien, en aquellos días en el que el fenómeno empezó a asomar en diferentes lugares del mundo, despertó la curiosidad de algunxs artistas que vieron ahí una vía potable de expresión, que el escenario estanco de la década del 70 no estaba generando.
Uno de estos ejemplo, se dio en Países Bajos con Herman Brood, considerado muchas veces como la máxima estrella del rock local. Nacido en Zwolle en 1946, su carrera musical fue el mejor ejemplo de  los estereotipos del rock star: sexo, drogas y rock and roll.
Por una cuestión generacional, inició su vínculo formal con la música con grupos beat desde mediados de los 60. Pero muy temprano empezó a hacer uso y abuso de sustancias, especialmente con el auge de la psicodelia. A tal punto que llegó a cumplir condenas en Holanda y el exterior por venta de LSD.
El advenimiento del punk despertó nuevas inquietudes, y en noviembre de 1976 formó en Groningen, una banda a la que llamó The Wild Romance, aunque pronto serían conocidos como Herman Brood & His Wild Romance. Herman era el tecladista y vocalista, mientras que Gerrit Veen se encargaba del bajo, Peter Walrecht de la batería y en el puesto de guitarrista se sucederían durante los primeros cuatro meses dos músicos, hasta dar a comienzos del 77 con Ferdi Karmelk. Si bien no sería definitivo, se trató de la alineación que grabaría el álbum debut, a través de Bubble Records, lanzado en mayo de 1977 con el título de Street

Aunque Herman buscaba englobar su propuesta bajo la etiqueta de new wave, el sello, aún desconfiado de las consecuencias comerciales inmanejables que aún ella (la más afable en comparación con la de “punk”) podría traer. Y lo vendía a EE.UU. simplemente como “un artista holandés”. De cualquiera manera, la banda empezó a girar por el país a medida que se expandía el rumor del punk, y en parte para muchos la actitud autodestructiva de Herman (recordemos, un tecladista), ayudó. Esa actitud fue creciendo a lo largo de 1977, resumida en la ocasión en la que Herman, mientras tocaban en el Christelijk Lyceum, no volvía al escenario tras el parate habitual. Cuando lo fueron a buscar lo encontraron consumiendo heroína o speed en el inodoro del baño del colegio. Tras ello el recital fue suspendido y el lugar no estuvo más disponible para recitales. Aunque siguieron grabando con suceso, su relación con las drogas y luego su vínculo con Nina Hagen los hacía más interesante para los sensacionalistas informes de la prensa. De todos modos, el se prestaba a hablar del tema y era por todos más conocidos por ser un junkie que un rockero, a fines de los 70. Y en cierto punto afectó el andamiaje de la banda, la cual a pesar de todo continuó durante los 80.
En los años 90, mientras luchaba por mantenerse alejado de drogas y alcohol, incursionó con éxito en las artes plásticas, específicamente en la pintura. Esa lucha lo venció en 2001, cuando las recaídas y problemas de salud derivados de su adicción, lo llevaron al suicidio. A partir de entonces su figura creció mucho más.


Fuentes:
http://www.hermanbrood.nl/
http://www.alexgitlin.com/brood.htm

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