Se ha dicho que el camino desandado por "lo punk" ha estado signado la tensión, la cual, a su vez, nos impide hablar de "el punk", como un fenómeno compacto, uniforme, recto.
Sin intentar hacer de la relativización un elemento constitutivo de "lo punk", ni buscar delimitar rasgos que acrediten la "pertenencia" a esta expresión (Aunque nos gustase creer que siempre se trató de un bastión de libertad y resistencia), esas tensiones ayudan a apreciar las multiples dimensiones con las que se ha vivido la misma. "¿Cuando empieza a hablarse de música punk o punk rock?" "¿Movimiento o espacio de manifestación individual?" "¿Nihilismo o idealismo?" "¿hay oposición entre la ética y la estética punk?" "¿Es un medio o un fin?".
Esto no implica que, con el correr de los años, el punk no haya consolidado posturas acerca de como pararse ante el mundo conocido. Pero perdería riqueza ignorar los matices del trayecto que ha llevado a pensar y re-pensar tales posicionamientos, en general ligados a la libertad, la creatividad, la reformulación permanente y el anti-autoritarismo, entre otras cuestiones.
Así, para apreciar que el "punk" no emergió como un simple género musical, surge un obvio pero necesario interrogante, que sirve a su vez de puntapie inicial de este irregular recorrido"¿Que es 'punk'?" "¿Cuál es su etimología?". Respuestas hay muchas. Definiciones tajantes, muy pocas. En ello reside, quizás, gran parte de ese andar no lineal al que antes hacíamos referencia, y que a muchxs desespera.
Richard Hell (Ex-integrante de The Neon Boys, Television, The Heartbreakers, The Voidoids. Poeta, escritor, librero)Sin intentar hacer de la relativización un elemento constitutivo de "lo punk", ni buscar delimitar rasgos que acrediten la "pertenencia" a esta expresión (Aunque nos gustase creer que siempre se trató de un bastión de libertad y resistencia), esas tensiones ayudan a apreciar las multiples dimensiones con las que se ha vivido la misma. "¿Cuando empieza a hablarse de música punk o punk rock?" "¿Movimiento o espacio de manifestación individual?" "¿Nihilismo o idealismo?" "¿hay oposición entre la ética y la estética punk?" "¿Es un medio o un fin?".
Esto no implica que, con el correr de los años, el punk no haya consolidado posturas acerca de como pararse ante el mundo conocido. Pero perdería riqueza ignorar los matices del trayecto que ha llevado a pensar y re-pensar tales posicionamientos, en general ligados a la libertad, la creatividad, la reformulación permanente y el anti-autoritarismo, entre otras cuestiones.
Así, para apreciar que el "punk" no emergió como un simple género musical, surge un obvio pero necesario interrogante, que sirve a su vez de puntapie inicial de este irregular recorrido"¿Que es 'punk'?" "¿Cuál es su etimología?". Respuestas hay muchas. Definiciones tajantes, muy pocas. En ello reside, quizás, gran parte de ese andar no lineal al que antes hacíamos referencia, y que a muchxs desespera.
"Punk significa anti-autoritarismo, independencia, complejidad, dejar de lado los sentimentalismos, suciedad, rapidez, subversión, no sentirse culpables. Significa no aceptar las reglas ordinarias de comportamiento. También es una clasificación de resistencia, lo cual es una buena paradoja, ya que 'punk' es una clasificación."
"Punk significa no ser engañado por la propaganda o cualquier enrosque. Ser capaz de pensar por sí mismo y formar tus propias opiniones"
"La llamada música punk rock y el punk realmente son dos cosas muy diferentes, y lo que yo considero punk es una razón por la que vivir y respirar hasta el día de mi muerte. No la autodestrucción, sino el verdadero amor por uno mismo."
John Lydon (Cantante de Sex Pistols, P.I.L.)Punk no remitía a una imagen homogénea en particular... se trataba más de bien de muchos, muchos individuos unidos débilmente.
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"...'punk'
esconde una genealogía fascinante y a veces también contradictoria, una palabra
en construcción asociada con lo inmoral y lo obsceno, con el delito y el hampa.
La palabra «punk» —generalmente traducida como vago, despreciable, basura o escoria, hasta que a partir de 1976 y 1977 designó a un movimiento «punk» surgido en el Reino Unido y Estados Unidos, principalmente— sufrió un continuo y, en gran parte, desconocido proceso de asimilación en el interior de la cultura popular. Sus orígenes se remontan al siglo XVI.
El Oxford English Dictionary afirma que la primera vez que se utilizó la palabra «punk» fue en un texto de 1596 y lo hizo para referirse a una prostituta. No era exactamente «punk», sino «punck». Esta definición, en el marco británico y anglosajón, se mantuvo durante varios siglos. Incluso en 1928, Aldous Huxley, en su novela Contrapunto, continuaba usando la palabra para referirse a una prostituta, descrita como «una pobre y súper anulada punk».
William Burroughs tiene mucho que decir sobre el «punk». Figura venerada por la generación de punks ingleses y estadounidenses, considerado su padrino, auténtico inspirador del imaginario punk y responsable de una postal laudatoria que envió a los Sex Pistols cuando salió publicado el single God save the queen, cuando se le preguntó que pensaba del punk, respondió como lo haría una persona crecida en los cincuenta. Para él, un punk era un chaval que acaba en la cárcel y que, una vez allí, es sodomizado por sus compañeros. Este fue el uso que le dio a la palabra en una de sus primeras obras.
También añadió algo más: «¿Cómo definir el punk? La única definición de la palabra es que se refiere a un joven que es sencillamente llamado punk, porque es joven, o algo así como un pequeño delincuente. En este sentido, algunos de mis personajes pueden considerarse punks». En cualquier caso, un perdedor o un vago, un tipo que busca problemas.
La palabra «punk» —generalmente traducida como vago, despreciable, basura o escoria, hasta que a partir de 1976 y 1977 designó a un movimiento «punk» surgido en el Reino Unido y Estados Unidos, principalmente— sufrió un continuo y, en gran parte, desconocido proceso de asimilación en el interior de la cultura popular. Sus orígenes se remontan al siglo XVI.
El Oxford English Dictionary afirma que la primera vez que se utilizó la palabra «punk» fue en un texto de 1596 y lo hizo para referirse a una prostituta. No era exactamente «punk», sino «punck». Esta definición, en el marco británico y anglosajón, se mantuvo durante varios siglos. Incluso en 1928, Aldous Huxley, en su novela Contrapunto, continuaba usando la palabra para referirse a una prostituta, descrita como «una pobre y súper anulada punk».
William Burroughs tiene mucho que decir sobre el «punk». Figura venerada por la generación de punks ingleses y estadounidenses, considerado su padrino, auténtico inspirador del imaginario punk y responsable de una postal laudatoria que envió a los Sex Pistols cuando salió publicado el single God save the queen, cuando se le preguntó que pensaba del punk, respondió como lo haría una persona crecida en los cincuenta. Para él, un punk era un chaval que acaba en la cárcel y que, una vez allí, es sodomizado por sus compañeros. Este fue el uso que le dio a la palabra en una de sus primeras obras.
También añadió algo más: «¿Cómo definir el punk? La única definición de la palabra es que se refiere a un joven que es sencillamente llamado punk, porque es joven, o algo así como un pequeño delincuente. En este sentido, algunos de mis personajes pueden considerarse punks». En cualquier caso, un perdedor o un vago, un tipo que busca problemas.
William Burroughs
La literatura popular, las colecciones de novelas pulp de los cincuenta, fueron en gran medida responsables de la popularización del «punk» y su definitiva incorporación a un movimiento musical y contracultural. Para Leo Margulies, célebre editor de novelas pulp durante aquella edad de oro del género, los jóvenes punks eran una auténtica mina literaria. Aquellos pequeños libros con llamativas portadas con bandas juveniles y escenas de violencia subcultural, escondían pavorosas historias donde la ciudad era una jungla llena de peligros.
Los cincuenta, la década dominada por la juventud, el rock and roll, el sexo, la violencia y la Guerra Fría, generó una gran industria alrededor de la violencia. Los perdedores y desclasados, los antiguos convictos y los marginados, todos ellos fueron protagonistas de relatos llenos de rencor y odio. En aquellas primeras novelas «punks», eran jóvenes psicópatas que se divertían causando destrozos y cometiendo delitos.
La literatura popular, las colecciones de novelas pulp de los cincuenta, fueron en gran medida responsables de la popularización del «punk» y su definitiva incorporación a un movimiento musical y contracultural. Para Leo Margulies, célebre editor de novelas pulp durante aquella edad de oro del género, los jóvenes punks eran una auténtica mina literaria. Aquellos pequeños libros con llamativas portadas con bandas juveniles y escenas de violencia subcultural, escondían pavorosas historias donde la ciudad era una jungla llena de peligros.
Los cincuenta, la década dominada por la juventud, el rock and roll, el sexo, la violencia y la Guerra Fría, generó una gran industria alrededor de la violencia. Los perdedores y desclasados, los antiguos convictos y los marginados, todos ellos fueron protagonistas de relatos llenos de rencor y odio. En aquellas primeras novelas «punks», eran jóvenes psicópatas que se divertían causando destrozos y cometiendo delitos.
« Todas estas historias tienen que ver con la maldad juvenil —afirmó del una entrevista—. Están escritas buscando sacudir y sin hacer apología alguna de la violencia más cruda. Son historias que están detrás de los titulares actuales, relatos terroríficos acerca de un extraño, nuevo y aterrador culto: la furia adolescente».
En Sinner’s Alley, escrita por Richard S. Prather en 1953, hay mucha de esa «furia adolescente». Los protagonistas (negros, airados e integrantes de una pandilla formada por «punks con caras de rata») cometen un doble asesinato y una violación. Fue en aquella época cuando la palabra «punk», surgida del ambiente carcelario y del hampa callejero estadounidense, se convirtió en una palabra común.
El escritor pulp Richard Marsten (alias «Evan Hunter» y «Ed McBain»), en su novela Runaway Black, publicada un año más tarde, en 1954, fue uno de los primeros en popularizarla. En la obra, los jóvenes son yonkis, tipos llevados al límite. El «punk» había sufrido una mutación. De esclavo sexual había pasado a simbolizar a un perdedor y pequeño delincuente juvenil, pero la cultura de los cincuenta terminó por elevarlo a una nueva categoría gracias a figuras como Marlon Brando o James Dean: ahora también era un rebelde. El propio Burroughs, en aquella entrevista, apuntó algo parecido: «Supongo que podrías decir que James Dean representaba al punk en Rebelde sin causa, pero ¿entonces, lo era?». Posiblemente, sí.
Su incorporación al punk como movimiento musical llegó mucho más tarde. Antes incluso de que existieran las primeras bandas estrictamente punks. El fanzine Punk, creado en Nueva York por John Holmstrom y Legs McNeil en 1975, fue el primero en incorporar la palabra «punk» como una bandera y, además, en hacerlo de una forma deliberada. Lo hizo tomando prestada la palabra a partir de la expresión «punk rock», publicada antes por el fanzine Creem, una publicación pionera que contó con grandes de la crítica musical como Lester Bangs, uno de sus editores.
Definición de "punk" en la Punk Magazine
En aquella ocasión, una columna firmada por Dave Marsh hablaba de Question Mark and the Mysterians, una banda de garaje de Michigan, a los que definía como «punk rock» . Para Creem, el «punk rock» servía para identificar a un tipo de banda de rock intenso y crudo, una ruptura con la música creada en los sesenta. The Stooges, MC5 o los New York Dolls, entre otros, eran alguna de aquellas bandas.
Punk Rock en la revista Rolling Stone. 1973
En la cubierta del primer número de Punk podía verse una caricatura de Lou Reed, vestido con chaqueta negra de cuero, el eterno uniforme de los rebeldes urbanos, junto al nombre de Marlon Brando, en un gesto que concentra todo este relato. Fue más o menos por aquellos años cuando el punk se convirtió en rebelión, generalizándose y definiendo a los modernos disidentes, cuyos héroes eran míticos bandidos como Billy The Kid. Quizás por eso Stan Dragoti, en su película Dirty Little Billy (1972), afirmó que la película 'trata del verdadero Billy The Kid, quién fue un punk'".
Fragmento de Maricas, vagos y perdedores: una prehistoria del punk. De Servando Rocha
Fragmento de la nota ¿Será que los punx son putos? del Fanzine Resistencia N° 8, 1994
Quedaría prácticamente resuelto que, desde sus nebulosos orígenes, la palabra "punk" encerró connotaciones despectivas hacia quien se buscaba adjetivar con la misma.
De tal modo, en lo que respecta a lo musical, su uso no puede ubicarse más allá de la década del 60 y su asociación a la palabra "rock", invitaba a imaginarnos un estilo de rock and roll "anormal", esto es, fuera de cualquier norma imperante en dicho universo por entonces, tendiente al conservadurismo.
Esto llevaría pensar en una música desaliñada, desprolija y cruda, en contraposición a la tendencia de la época en pos de un rock pretensioso y elitista. De todas formas, podría decirse que casi no hubo corriente dentro de la música pop/rock, que no haya dejado una huella en las posteriores encarnaciones de los sonidos punk, el cual también deberá debatirse a sí mismo, respecto de su propia tendencia al conservadurismo que prentedió quebrar en su momento.
Esto llevaría pensar en una música desaliñada, desprolija y cruda, en contraposición a la tendencia de la época en pos de un rock pretensioso y elitista. De todas formas, podría decirse que casi no hubo corriente dentro de la música pop/rock, que no haya dejado una huella en las posteriores encarnaciones de los sonidos punk, el cual también deberá debatirse a sí mismo, respecto de su propia tendencia al conservadurismo que prentedió quebrar en su momento.
Fuentes:
Punks: A guide to an American Subculture, de Sharon M, Hannon
http://www.playgroundmag.net/articulos/columnas/Maricas-vagos-perdedores-prehistoria-punk_0_1588641130.html
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