Mientras Lou Reed preparaba en Londres el que sería su debut como
solista, sus presentaciones coincidieron con la explosión en Gran
Bretaña de la escena glam rock. Ello, más la importancia de Bowie en el
regreso a los escenarios del poeta neoyorquino (De la cual también
participa el guitarrista Mike Ronson) influyeron en la nueva presencia
escénica de Reed: Ropas de terciopelo de colores, mezcladas con red,
ojos delineados de negro y labios pintados, zapatos de taco alto, etc.
comenzaron a formar parte de su estética. Pero no era el glam fiestero
de los ingleses Slade o Sweet. Era una forma de acompañar con su imagen
las narraciones de sus letras, un glam mucho más punk. Canciones punk
urbanas que hacían hincapié en aquellas cosas que todos veían pero a la
vez ignoraban, lo no desado por la moral aparecía reiterativamente en el
universo de las letras de Reed, que tienen en Transformer el mejor
ejemplo de ello, recorriendo calles, entre transexuales, yonkis y
situaciones que el mismo rock and roll prefiere obviar.
"Walk on the wild side" es la mejor invitación a ese viaje. Poesía punk sin necesidad de distorsión en la guitarra.
"Walk on the wild side" es la mejor invitación a ese viaje. Poesía punk sin necesidad de distorsión en la guitarra.
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