jueves, 16 de julio de 2015

Devo (1974)

Durante los años 70, el Estado de Ohio fue una cocina determinante de rock alternativo en el mapa musical estadounidense. Un horno industrial, más que gastronómica. Sobre todo si tenemos en cuenta a dos de sus ciudades como polos de esta producción de bandas por fuera de la tradición. Ambas industriales y en decadencia desde la irrupción de la crisis del petróleo: Una Cleveland, centro del acero estadounidense. La otra menos conocida, Akron, eje de la producción de caucho. Las dos fuente necesaria para el progreso de la industria automotriz de Michigan. Pero en tiempos de crisis, la venta de autos bajó y Ohio y sus centros industriales lo pagaron.
Sin embargo lo que si seguía conectando a Michigan con Cleveland eran sus bandas: Stooges, MC5, etc.
de todas maneras, la crisis del petróleo no fue el único motivo que hizo que un par de universitarios de Akron decidieran formar un grupo. Fue más bien otra situación que en gran medida marcó el final de los idealistas años 60.
Durante mayo de 1970, un grupo de estudiantes de la Universidad de Kent, en Ohio, protestaban contra la invasión yankee en Camboya. Tras varias jornadas de toma, una mañana la Guardia Nacional desalojó la Universidad a los tiros. Dos estudiantes murieron. Entre sus compañeros se encontraban Gerald Casale y Mark Mothersbaugh, dos ex hippies que se avivaron que la paz y el amor eran un bonito slogan.
Aquello fue un punto de inflexión para ellos, ante lo que Casale se planteó: “…unirse a algún grupo guerrillero como el Weather Underground e intentar efectivamente asesinar aunque sea a algunas de todas estas personas demoníacas –del mismo modo en que ellos habían asesinado a cualquiera que hubiese intentado cambiar algo durante los sesenta-, o bien responder con algún tipo de reacción creativa dadaísta demente. Eso es lo que hizo Devo.”
La banda nació durante los tres meses en que la Universidad estuvo cerrada tras la masacre. Los comeinzos de Devo estuvieron mas vinculados al arte performático con claros intentos de molestar. Se invetaban personajes delirantes, que siempre apuntaban a cagarse en el arte oficial. En principio sus fuentes musicales eran bastante tristes: Entre el rock progresivo y el blues tradicional. Pero había algo que los unía y que los influiría postivamente: Captain Beefheart and his Magic Band y el primer Roxy Music. En ese contexto, los primeros sintetizadores en manos de Devo eran generadores de ruidos, más que de melodías. Todo a propósito. No hay que olvidar que aún el krautrock estaba en auge. La llegada de Alan Meyers a cargo de la batería y caja de ritmos definió esos sonidos robóticos que ponían a Devo en la vereda de enfrente del rock convencional, cuando lo que despuntaba como punk no podía alejarse del R&B –al menos en EE.UU.-. Apartándose del relajamiento hippie a partir de una música rígida y tensa, marcaron pautas de lo que años después se conocería como parte de la New Wave del punk. Akron fue, hasta la grabación de su primer single, el laboratorio donde pulieron su sonido, sus actuaciones performáticas y el recibimiento del público, a los que mentían diciéndoles que eran un grupo de covers. Así tras un par de años, lograron llevar adelante esa idea conceptual de la D-evolution de la música. El rock del hombre de las cavernas del espacio exterior. Lo siguiente pertenece a sus primeras grabaciones, de 1974.


Fuente: "Postpunk: Romper todo y emepzar de nuevo", Simon Reynolds.

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